“No me puedo permitir un fin de semana. Mi proyecto es demasiado importante como para eso”. Esta frase podría ser pronunciada por uno de los muchos emprendedores que confunden la implicación y la pasión por una empresa con el desafío a las leyes físicas y a la necesidad del descanso. Éste no puede ser interpretado nunca como un obstáculo para el éxito, sino como parte de él.
Decía el Nobel de Literatura norteamericano John Ernst Steinbeck que el arte del descanso es una parte del arte de trabajar. Es decir, el proceso de idear, crear y desarrollar un proyecto empresarial debe contar con momentos de relajación, de desconexión. Por supuesto que iniciar un negocio propio acarrea un esfuerzo e implicación personal muy duros. Es un estilo de vida. Pero en ese estilo deberían caber los paréntesis.
¿Existen los fines de semana?
Esa pregunta sobre si, realmente, existen los fines de semana para un empresario fue lanzada por una consultora, Dorie Clark, en la red social Quora. Llegué hasta allí a través de la web Inc.com y en ella, hay respuestas muy variadas de fundadores de compañías como Tim Westergren, de Pandora, que apuesta por menos horas de trabajo pero de mayor calidad.
O la respuesta de Michael Wolfe, otro emprendedor en serie, que plantea una idea muy interesante: el equilibrio entre la vida profesional y la personal no siempre es posible, pero es necesario. Hay que luchar por conseguirlo. Y afirma con rotundidad: “Reglas como ‘Los fines de semana no existen’ son estúpidas a menos que piense morir gordo, solo y como un perdedor o que quiera que su primera empresa sea la última”.
Wolfe señala un patrón de ‘consumo’ de tiempo referido no sólo a un día o una semana de manera individual sino a un año completo o a una década. Defiende, por qué no, la posibilidad de trabajar en algún momento los fines de semana o en largas vacaciones en la playa. Pero, siempre teniendo presente la necesidad de descansar y compensar ese tiempo.
Las semanas de 4 días
Y sobre este reparto del tiempo, es interesante tener la visión de otro emprendedor, Ryan Carson, que es el CEO de la compañía TreeHouse y que, desde sus inicios, se planteó la semana laboral de cuatro días. Le dedicó hace un par de años un artículo en su blog ‘The Naive Optimist’ en el que se refería a los logros obtenidos trabajando desde el lunes hasta el jueves.
Aunque sea, en cierta manera, una excepción, sí que es interesante reflexionar sobre los beneficios que, en su opinión, tiene trabajar menos cantidad de horas. Mayor facilidad a la hora de reclutar y retener a los empleados; un incremento exponencial de la motivación, y la posibilidad de tener un 50% más de tiempo para dedicar a su familia y sus hijos.
El descanso del guerrero
Hay experiencias de todo tipo. No todas son plenamente extrapolables a todas las empresas y proyectos. Sin embargo, sí tienen en común una filosofía basada en dos pilares fundamentales: menos horas, pero de mayor calidad, y la concesión de un papel importante al descanso con el fin último de incrementar el rendimiento. Y esos principios deberían estar siempre presentes.
En Pymes y Autónomos | Los días de baja durante las vacaciones no computan como tiempo de descanso Imagen | Guillermo Fdez