Hemos tratado en los dos post anteriores sobre las herramientas que la dirección empresarial puede utilizar para una planificación y gestión efectiva del negocio. Ahora quiero comentar qué principios o políticas básicas han de tenerse presente a la hora de llevar a cabo esa planificación.
Como en los casos anteriores, la dirección de la empresa ha de partir de los objetivos a alcanzar, pero esos objetivos han de estar de acuerdo con las políticas de la empresa. La gran mayoría de los negocios pretenden su perdurabilidad, pero unos pocos pueden basarse en políticas especulativas con el objeto de hacer crecer el valor del negocio y poder venderlo por un precio mayor sin preocuparse de lo que ocurra después. Vamos a pararnos en ver los principios básicos que pueden contribuir a dirigir empresas perdurables.
Lo primero que debemos considerar es que las acciones de la empresa han de cumplir un principio lucrativo. El primer objetivo de cualquier negocio es ganar dinero, la generación de recursos y de beneficios es una condición indispensable para el mantenimiento de cualquier empresa ya que en caso contrario se hace totalmente insostenible.
Las políticas de la empresa pueden dirigir ese lucro hacia otras opciones que no sean el beneficio directo de sus promotores, acciones dirigidas al bien social, servicios públicos, etc. Pero la planificación, las estrategias a seguir o las accciones a tomar, han de buscar siempre la mayor rentabilidad posible.
Ligado al punto anterior, la dirección empresarial ha de conducirse aplicando el principio de economicidad. El valor de lo que se vaya a obtener a través de nuestras acciones ha de superar el coste de las mismas. La dirección de la empresa debe diseñar estrategias que regeren un retorno mayor del esfuerzo invertido para su realización.
Para finalizar, es imprescindible que las estrategias de la empresa busquen siempre el equilibrio financiero. Controlar los plazos de pago y de los derechos de cobro para evitarla pérdida de liquidez de la empresa es fundamental. No podemos arriesgarnos a conceder plazos de cobro a periodos mayores que las obligaciones de pago, porque eso puede llevar a problemas de tesorería que podrían poner en peligro un negocio rentable.
En Pymes y Autónomos | La gestión empresarial: instrumentos de gestión a corto plazo, La gestión empresarial: instrumentos de gestión a medio y largo plazo Imagen | Ben Stassen