Una de las cuestiones que han aprendido muchas empresas es que se pueden teletrabajar y es viable contratar a empleados que no tengan que tener un puesto de trabajo en nuestras sedes u oficinas. En muchos casos estos teletrabajadores pueden ser una oportunidad para atraer talento incluso con un salario más bajo del que puedan ofrecer si se incorporan como un empleado presencial. Pero si queremos atraer el talento de los teletrabajadores hay que retribuir de forma atractiva (y no solo se trata de dinero).
Puede que el salario medio de un contable en una gran ciudad sea de 22.000 euros, sirva como ejemplo, pero este mismo contable si vive en el campo, no tiene que desplazarse de manera habitual a la empresa, puede elegir su horario o tener flexibilidad para desempeñar su tarea de manera que le permita conciliar mejor su vida laboral y familiar, pueda aceptar cobrar 20.000 euros. ¿Un recorte en los costes salariales?
Los otros costes del teletrabajo
Sin embargo, trabajar a distancia puede suponer otros gastos que la empresa debería asumir. Por ejemplo, la infraestructura para facilitar una conexión segura a través de una VPN, facilitar el equipamiento del puesto de trabajo, ya sea un ordenador portátil, una pantalla externa de gran tamaño, una silla ergonómica, etc.
Todo esto tendría que estar acordado previamente con el empleado que queremos contratar. Igualmente si hemos establecido algún sistema de retribución variable, que implique que a mayor volumen de tareas completas se puede tener un plus de productividad.
Hay otros aspectos muy interesantes que pueden ayudar a captar a estos trabajadores remotos. Por un lado un plan de formación continua, algo cada vez más valorado por los empleados y también por las empresas. La formación se puede incluir como retribución en especie en el caso de cursos que se prolonguen en el tiempo.
Hay que tener en cuenta que si damos independencia o si el empleado trabaja con sus propios medios y no está sujeto a la organización de la empresa sería más un autónomo dependiente, que puede ser otra fórmula para encontrar colaboradores.
Por último es muy importante una retribución emocional, ya que el trabajador remoto se puede sentir en muchos casos desapegado de la empresa. No se trata solo de estar pendiente de sus necesidades, sino también de que forme parte de la estructura, reuniones, esté presente en la presentación y se meta de lleno en la cultura corporativa de la empresa.
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