Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un webminar organizador por la Asociación de Directivos de Murcia (ADIMUR) y la aportación de Francisco José Cervantes despejó algunas dudas sobre cómo está afectando esta crisis a las promotoras de vivienda.
Para empezar, de lo primero que habló fue de la importancia del marketing en tiempos de crisis, y en el caso de su empresa, habían aumentado las visitas a la par que su presencia en la red. Y de la competencia, pero también de algo obvio "la vivienda no se echa a perder".
Tranquilidad, la mejor arma para afrontar esta situación
Dejarse llevar por el pánico o por las malas noticias sólo hará que nos paralicemos. Siendo realistas, y mostrando que somos conscientes de la incertidumbre pero, a la vez, los clientes pueden seguir contando con nosotros es primordial.
La adaptación del teletrabajo en la empresa no ha pillado por sorpresa a todas las organizaciones ni tampoco que esa relación a distancia no sea productiva. Sin olvidar que ciertos trabajos como el encargado de contabilidad puede ser un trabajo repetitivo y nada alentador en la distancia.
Es hora de que la comunicación fluya tanto hacia el cliente como hacia el trabajador. Confirmar fechas de entrega con plazos sencillos y olvidar el presentismo por parte de los directivos es lo razonable, al menos para Francisco José Cervantes.
El nuevo cliente para las promotoras de viviendas
Estar preparado para definir posibles escenarios es lógico. Sobre todo cuando se trata de la venta de viviendas y el comprador es de fuera de España.
Si el teletrabajo se instaura en las empresas como una opción más válida para todos, el nuevo cliente puede ser perfectamente un hombre o mujer con familia que viva en Alemania y desee que esa segunda residencia se convierta en primera.
Adaptar las viviendas a esas nuevos requisitos será fundamental, por ejemplo: cuidar las zonas comunes, el jardín, cambiar la entrada a la vivienda (adaptándose a las costumbres del cliente) y que esté cerca del aeropuerto.
Se habla mucho del futuro que vendrá, de la 'nueva normalidad', realmente nadie sabe qué va a suceder pero sí se pueden intuir ciertos cambios, es cuestión de estar preparados para ciertos escenarios y si se trata de viviendas, que son segundas residencias, apostar por la comunicación continua con el cliente que ya tenía su casa lista.
Imagen de giovanni gargiulo en Pixabay