El arte de provocar

El arte de provocar
8 comentarios
HOY SE HABLA DE

Muchas son las estrategias que podemos utilizar para acercarnos a nuestro público, para hacer llegar nuestros mensajes a nuestros receptores clave y a la sociedad en general pero si una de ellas destaca por su eficacia, para que te recuerden y sobre todo para generar sinergias y extender el interés por nosotros, especialmente logrando que se hable de nosotros ya sea bien o mal pero que se hable y con ello generando aquello tan deseado de tener un fidelizado y convencido grupo de seguidores nuestros (aunque con ello se generen muchos enemigos, y es que de eso se trata), no hablo de otra cosa que del arte de provocar.

Provocar no significa faltar, insultar u ofender, provocar significa ser extremado en nuestra forma de llegar al público, es decir, provocar es rozar la insolencia sin ser insolente, provocar es ser orgullosamente prepotente sin llegar a ser pedante, provocar es mostrar nuestros, productos, servicios, pensamientos o ideas de una forma original o diferente aunque a veces ello roce el larguero de lo políticamente incorrecto, pero si provocar es algo ese algo es el comunicar algo siendo conocedores que eso va a despertar controversia, pues o bien nos comunicaremos de una forma diferente y extraña para la mayoría de receptores o bien lo haremos contrarios a sus intereses, creencias o pensamientos, la firmeza como respuesta ante los ataques que recibamos para desprestigiar nuestra empresa o “marca” serán la línea a seguir, pues marcaran la tónica de autenticidad y veracidad en lo transmitido.

La provocación es válida y es útil para cualquier empresa o profesional, bien seamos una empresa de cualquier sector industrial o de servicios que con la provocación en sus inputs publicitarios o en sus formas logre hacerse un hueco en el mercado por medio de sus extravagantes o controvertidas propuestas, o seamos un profesional que vende sus servicios, es decir que se vende a él mismo, y la provocación puede aportarnos grandes beneficios, pues si sabemos manejarla adecuadamente, alrededor nuestro se generara un halo de conocimiento de nosotros mismos muy importante y lo mejor, las personas que le atraigan nuestros productos o servicios, ya seamos empresa o profesional estarán por lo general incondicionalmente con nosotros, y ese es el objetivo.

Muchos dirán que mejor un punto intermedio, que es mejor estar en los extremos, que estar en un punto equidistante y no comprometido no nos pone en contra de nadie y nos acerca a todos, yo no comparto en absoluto esa forma de pensar, el punto intermedio es tierra de nadie, es el quiero y no puedo, es buscar el no perder y no es buscar ganar. Yo soy partidario de hacernos fuertes en nuestra forma de ser y de comunicar, de transmitir lo que somos o queremos ser como empresa o profesional y que esa comunicación sobre todo sea autentica y controlada, que no se nos vaya de las manos más de lo que nosotros queramos que se nos vaya.

¿Qué esto último que digo generara irnos a un extremo?, ¿Qué ello creara que nos sigan unos pocos y nos odien muchos?, ¡por supuesto que sí!, bienvenido y glorioso sea, esta forma de comunicar no pretende hacerse amigo de todos, pretende fidelizar e incentivar a los que nos siguen o desean comprar o adquirir nuestros productos o servicios.

No hemos de pretender ser simpáticos y agradables a todo el mundo, el mundo no nos da de comer, nos da de comer nuestro mundo, no nos tiene que dar miedo que hablen mal de nosotros, nos tiene que importar que hablen y en definitiva no nos tiene que importar cuantos nos odien, tiene que importarnos y que rentabilidad que nos aportan aquellos que nos siguen.

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Comentarios cerrados
    • Exacto!, es la estrategia denominada "estratégia Belén Esteban"

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    • Avatar de infumable Respondiendo a infumable
      interesante

      Visto así parece un poco raro. Me explico. Belén Esteban en un producto explotado por Belén Esteban. Se ha creado un personaje denostado por muchos, amado por muchos también. Tiene su público. Fiel. Ha sabido fidelizar a su cliente a pesar de tenerlo todo en contra a priori. Pero ese público se crece cuanto más le atacan los detractores. Ella alienta este enfrentamiento. Que hablen de mi aunque sea mal. Esto le hace estar de actualidad, tener interés, aporta siempre algo nuevo, aunque sea básicamente siempre lo mismo. Pero su clientela lo ve como una plusvalía que no le ofrece nadie más. Se dedica en exclusiva a su mercado. Fomenta la animadversión del otro sector del mercado porque eso le afianza en el suyo. No le importa caer bien a todos. Alimenta su mercado que está incondicionalmente con ella, que es el objetivo. Se hace fuerte en su forma de ser y de comunicar, de transmitir lo que es o quiere ser como empresa/producto. Parece que la Esteban tiene un buen plan de empresa

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    • Avatar de infumable Respondiendo a infumable

      Buena apreciación Infumable, exacto, yo personalmente por ejemplo estoy en contra de esta persona que dices y del modelo en todos los aspectos que representa, pero es verdad que mi animadversión es el alimento de ella, como también lo es que en su espectro sabe vender muy bien el producto y que ella y su “marca” están en completa sintonía.

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    • Está en contra de esa persona, me imagino que por motivos personales, no lo se. Pero desde el punto de vista empresarial, el producto Belén Esteban y el producto Castillón están basados en mismo concepto empresarial, lo que dice mucho a favor de Belén Esteban, ya que ha sabido copiar las estratégias de un gran profesional y mejor persona

    • Respondiendo a nº. 4:

      ¿Personales?, no, ¡sociales!

    • Jordi, muy buen post, pero tengo dos preguntas:

      - ¿Crees que la provocación es también apropiada para, por ejemplo, la promoción de servicios profesionales?

      - ¿No crees que las campañas basadas en la provocación deben superar a sus predecesoras sucesivamente para mantener ese grado de fijación (positiva o negativa) en la marca y que, una vez no se pueda superar (cosa que por un motivo u otro, antes o después sucede), la marca promocionada perderá todo su atractivo y se convertirá en una mediocre marca mas?

      Benetton podría ser un buen ejemplo de esto último.

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    • Avatar de chowdon Respondiendo a Chowdon

      Buenas noches Chowdon,

      Es un placer para mí responderte a las preguntas que me formulas:

      - Sí, considero que la provocación es apropiada tanto para vender productos como servicios profesionales. Al respecto te pongo un ejemplo en primera persona, mira, yo por ejemplo una de las estrategias que uso para venderme yo mismo, es decir no mis servicios concretos pero si mi imagen como profesional, la imagen que la gente quiero que tenga de mí, es utilizando en casi todos mis entornos profesionales un discurso provocador, que me dé a conocer, que haga que se hable de mí, siempre siendo sincero y autentico con lo que expreso pero revistiéndolo de una aurea, de un estilo duro y que impacte, ¿populismo? ¿demagogia?, así le llaman algunos para desprestigiarlo, yo no creo por ejemplo que el populismo bien utilizado sea malo en sí mismo. Por tanto ello me lleva a responderte a la primera pregunta, cuando vendemos servicios profesionales no vendemos en realidad habitualmente nada tangible, si vendemos un servicio, la calidad del mismo, y demás consideraciones pero sobretodo nos vendemos a nosotros mismos, el objeto de compra, de deseo o rechazo somos nosotros y por eso generarnos la imagen que deseemos es muy importante si queremos ser un “producto con personalidad”.

      - Sí y no, es decir evidentemente una línea de provocación puede llevarte a tener que provocar cada vez más para seguir siendo diferente, para seguir llamando la atención y eso llevarte a un camino sin salida o peor aun a encasillarte dentro de una imagen o bien a hacerte atravesar líneas rojas que nunca se deben atravesar, pero eso creo que solo sucede si no eres lo suficiente inteligente para crear discursos, campañas permanentemente provocadoras y que se vayan adaptando al momento o a los tiempos, simplemente creo que es necesario decir o mostrar lo que el momento o la situación requiere decir, no que lo que digas cada vez sea más “fuerte”, pues eso solo te llevara a que un día se te vaya de las manos lo que dices y entonces se sobrepasara una línea roja y no habrá retorno. (¿un ejemplo de ello?, otra vez en primera persona, yo por ejemplo cuando doy según que opiniones sé que estoy generando controversia y la busco, pues lo hago con un doble objetivo, que se me conozca pero en este caso no para venderme, sino para que se me considere un profesional de referencia para quien me lee y le gusta o para quien me contrata para mis servicios profesionales a empresas, etc. , y en el caso concreto de articulista también para despertar conciencias a la vez que dar voz a los que piensan lo mismo pero no lo expresan, pero no nos engañemos la clave está en lo siguiente: Todo lo que yo digo, hago o publico es autentico y muestra mi línea autentica de pensamiento o de forma de ser, pero todo está pensado previamente, es decir si te fijas en este caso en mis artículos mantengo una postura clara y firme, a veces provocativa, pero nunca paso según que limites, no digo lo que no debo decir, ni incurro en vulgaridades o faltas de respeto, puede ser provocador, sí, pero escrupulosamente provocador, Y ¿dónde me lleva ello?, ¿a tener que subir cada vez más el nivel de mis provocaciones para atraer?, no, al contrario, la provocación es mí línea, es lo que expongo en cada momento y que se adapta según la situación, según el caso, pero si te fijas la línea de provocación no asciende.

      Espero haberte respondido más o menos a tus preguntas,

      Saludos,

      JORDI

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    • Perfectamente respondido. Gracias.

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