Hoy hemos de ser multidisciplinares y multifuncionales, y la realidad nos exige cada día ser mas flexibles y adaptables para multirealidades. Pero los productos con los que día a día trabajamos, ¿también tienen que ser multifunción?, ¿o simplemente deben de tener su función?
Teléfonos móviles que teléfono es lo último que son, cámaras de fotos que lo último que hacen son fotos e impresoras que para lo último que las utilizamos es para imprimir, ¿deben de ser así o debemos tener un producto para casa ocasión, para cada función?
Yo personalmente siempre he sido bastante crítico con los productos multifunción. Por lo general siempre he considerado que los tres, cinco o seis en uno, en realidad lo único que hacen es no hacer ninguna función bien, y que mejor es tener para cada función el producto específico que la realice de forma óptima, pero no siempre es así.
Y no siempre es así, pues en muchas ocasiones he de reconocer que los productos multifunción han mejorado mucho y ofrecen buenas prestaciones para una y cada una de las prestaciones que realizan, y segundo por un factor no menor importante: la comodidad y el precio.
En la actualidad si tuviésemos que tener un terminal o aparato para cada función de nuestro día a día nos volveríamos más locos de lo que ya estamos. Y es que es cierto que en muchos casos estos “todo en uno” permiten tener en un solo lugar una buena y compacta solución para distintos usos. Puede ser que no todas las funciones las realice óptimamente, pero para unas necesidades básicas nos puede servir, y ahorrarnos el dinero para otros usos realmente de nuestro interés, para estos igual si que nos es útil invertir en lo mejor y único para esa función.
En Pymes y autónomos | A veces diseño, a veces funcionalidad
Imagen | Andres Rueda