Hace tan solo unos pocos días que se ha estrenado una nueva entrega de una de las películas más culturales e intelectuales que ha dado el cine patrio: Torrente. Y hace tan solo unas semanas se nos anunciaba que un canal de tan poco interés informático como CNN+ era sustituido por un canal de Gran Hermano 24horas, vistas las grandes cosas que semejante creación aporta a la sociedad, sin duda este mundo al revés nos demuestra que la caspa vende.
Estos ejemplo que ponía con anterioridad (que si bien en el caso del canal de televisión parece ser que ni eso les ha funcionado. Pues la caspa vende, pero aún queda algo de decencia, y aunque ahora no nos pondrán nada del otro mundo, como mínimo las bajas audiencias les obligan a cambiar a un canal de 24h de temas del corazón), nos sirve para visualizar como podemos ser lideres en cualquier segmento, incluso en el de la caspa.
Y es que como he dicho en muchas ocasiones soy un acérrimo enemigo de cadenas de televisión como la cadena que pone en antena este tipo de programas que he mencionado y todo su entorno, pero he de reconocer que como producto empresarial (y muy a pesar de que eso demuestre en que tipo de sociedad vivimos, en que tipo de país vivimos y luego decimos que somos vanguardistas mundiales o que no merecemos estar en crisis) es impagable, y eso en realidad es lo que cuenta.
Así, si solo lo miramos desde el punto de vista de rentabilidad económica, que como he dicho en muchas ocasiones en términos empresariales (privados) es el único que debe de importar (aunque el producto resulte vomitivo), he de decir que ¡chapeau!
Chapeau por quien genera audiencias millonarias en base a recrearse en la caspa, en el analfabetismo, en el enaltecimiento de personajes grotescos (pero que reflejan y se identifican muy bien con el público al que se dirigen). Sin duda, como dijo el presentador de uno de esos programas: Ya que son la m (terminada en a) de la programación, que sean la mejor m (terminada en a) que exista en el mercado.
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