El uso de las tecnologías en los negocios ha cambiado por completo el paradigma del emprendimiento en España. Hasta hace relativamente poco tiempo, Internet se veía como una plataforma con poca o incluso nula incidencia en los negocios, mientras que, en la actualidad, la no presencia en la red es sinónimo de fracaso casi asegurado e, incluso, el único medio en el que muchas empresas desarrollan su actividad.
Este es el caso de las e-commerce, empresas que se dedican a la venta de productos por Internet. Las ventajas de este tipo de negocio son múltiples, empezando por su bajo coste y por la preferencia, cada vez más elevada, de los consumidores por este tipo de compra. Sin embargo, no se debe perder de vista que toda empresa con presencia en Internet se enfrenta a una competencia que crece día a día, hecho que hace complicado sobrevivir incluso con bajos costes. Por ello, la consultora Mercado Actual, especializada en comercio electrónico, recomienda seguir 10 pasos para vender por Internet.
- Buen precio: de todos los criterios que sigue el consumidor a la hora de comprar por Internet, el del precio es el más importante. La competencia se encuentra a un click, por lo que es importante conocer los precios del sector y hacer un seguimiento de la política de compras para conseguir buenos precios de proveedores.
- Entrega: la mayor diferencia entre la compra por Internet y la compra tradicional es la forma de distribución. Cuando compramos en una tienda física, conocemos el estado del producto. Sin embargo, en Internet, nos arriesgamos a adquirir un producto en un estado peor. Que el estado llegue en buenas condiciones de calidad y empaquetado es imprescindible para fidelizar a la clientela, así como disponer de un servicio rápido y seguro.
- Atención al cliente: es imprescindible para generar confianza en el momento de la compra y después; es importante resolver las dudas a la mayor brevedad posible.
- Plataforma estable: si no queremos perder clientes, necesitamos una plataforma estable y rápida donde alojar nuestra página web. Si la plataforma tiene fallos, es lenta o se cae de vez en cuando, tendremos que dar por perdido a uno o varios clientes.
- Fácil uso de la web: al igual que ocurre con las tiendas físicas, el comprador online también se sentirá atraído por una adecuada presentación de los productos y facilidad en el acceso a ellos. La web debe ser clara y precisa, con un catálogo atractivo y adecuado a los productos que se ofertan, con imágenes y fichas.
- Información legal: hay que cumplir con la legalidad vigente sobre el registro y privacidad de los datos de los clientes. Las condiciones del contrato deben ser claras y sencillas para evitar problemas a posteriori.
- Diseño atractivo: Es el escaparate de la tienda, esencial para captar la atención del cliente y para evitar que se puedan ir a la competencia.
- Política de devoluciones: nadie nos va a adquirir nuestro producto si no está seguro de que puede devolverlo si viene con algún defecto o si, directamente, no cumple con sus expectativas. La información acerca de devoluciones debe aparecer muy bien descrita en la web. Es recomendable especificar los gastos derivados de las devoluciones según su tipo, por defecto, rotura o porque no cumple las expectativas. Por este motivo, la información acerca de las devoluciones deberá aparecer muy bien definida en la web. Es recomendable especificar los gastos derivados de las devoluciones según su tipo, por defecto, rotura o porque no cumple las expectativas.
- Garantía: debe adaptarse a lo que marca la ley y sus condiciones deben aparecer puntualizadas de manera clara.
- Oferta amplia: cuantos más productos se ofrezcan, mejor, pero sin que tenga una influencia significativa ni en los precios ni en los plazos de entrega.
En Pymes y Autónomos | Escalada del e-commerce en España Imagen | ericntnvr