Leo en 20 minutos la hazaña de un autónomo gaditano. Manuel Romero, acosado por las deudas (un total de 80.000 €, aunque a él le deben 100.000 €), inició una marcha desde Chiclana hasta Madrid, para así llamar la atención sobre la desprotección del colectivo autónomo. A pesar de su diabetes y de sus 50 años, Manuel llegaba la semana pasada, tras 40 días, al Congreso de los Diputados, siendo recibido por miembros del PP y de CiU. Asimismo, Manuel intentará que Zapatero le reciba en el Palacio de la Moncloa.
A pesar de su valentía para llamar la atención sobre un problema tan grave como la desprotección de los autónomos, tengo que decirle a Manuel que no ha sido nada original. No es la primera vez que un autónomo emprende medidas desesperadas para llamar la atención. De hecho, las marchas a pie hasta Madrid de muchos empresarios y trabajadores inspiraron la película, protagonizada por Antonio Resines, que da título al post que estáis leyendo.
Lamentablemente, es fácil encontrar muchos casos como estos. Si introducimos en Google "autónomos desesperados", encontramos noticias que no animan a nadie a emprender. Desde la "clásica" huelga de hambre hasta el empresario que amenazó con quemarse a lo bonzo si su ayuntamiento no le abonaba la deuda de 450.000 € que le debía.
La desesperación es síntoma de indefensión, pero también de falta de unidad. A pesar de que la mayoría de autónomos comparten problemas y preocupaciones muy claras (falta de crédito, estructura impositiva poco flexible, falta de derechos respecto a asalariados y otro tipo de empresarios) no colaboran entre sí para efectuar presión sobre las administraciones competentes.
Es cierto que existen asociaciones de autónomos. Pero con estas sucede lo mismo que con los sindicatos. Sin afiliados, estas asociaciones no tienen la influencia suficiente para provocar cambios en la legislación. Sin influencia, la afiliación es cada vez menor. Y así en un círculo autoalimentado sin fin.
En resumen. Las acciones dramáticas están bien para llamar la atención. Pero se suele conseguir más con una presión uniforme que con un espectáculo puntual. Y, dentro de esta estrategia, es clave la responsabilidad empresarial con nosotros mismos y con otros empresarios.
Vía | 20 minutos Video | filmotech En Pymes y Autónomos | No todo vale a la hora de negociar, Nos vemos ante el congreso, Las asociaciones empresariales y su utilidad práctica