El acceso a los planes de formación bonificada era uno de las carencias del colectivo de trabajadores autónomos. Una cuestión por la que cotizaban, pero que por diferentes motivos no podían aprovechar. Los planes existentes hasta ahora están más enfocados a desempleados o incluso a trabajadores por cuenta ajena. Y ayer por fin se llegó a un acuerdo con el Ministerio de trabajo y se ponen en marcha los planes de formación específicos para autónomos.
En palabras de la Ministra de Trabajo,
Este Plan anticipa las necesidades formativas de un sector decisivo y establece las bases de un transformación global, protagonizada por la modernización, la digitalización, la creación de redes de distribución independientes y la generación, así mismo, de redes propias, que favorezcan un crecimiento más inclusivo y sostenible
El presupuesto inicial del plan es de 3,4 millones de euros. No es que sea demasiado, pero es un punto de partida. Serán las organizaciones representantes de los autónomos las llamadas a gestionar dichos planes, a organizar cursos y detectar las necesidades del sector, para que tengan encaje y sean atractivas para ellos.
A partir de aquí me surgen muchas dudas, pero lo veo como algo positivo. No tiene nada que ver las necesidades de formación de un pequeño comercio para digitalizar su empresa con lo que se ofrece en cualquier curso. Lo mismo podríamos decir para un profesional autónomo, que muchas veces lo que necesita es más orientación y formación para aprovechar recursos digitales que ya tiene a su alcance.
Habrá que dar un poco de tiempo y ver si realmente la formación que plantean se adapta a las necesidades del colectivo o se queda en cursos de ofimática básica, que de poco sirven hoy en día a la mayoría de la gente. Al menos a la hora de optar a ellos ya no serán los últimos de la fila en ser llamados.