El derecho de huelga está reconocido por la Constitución Española en su artículo 28.2 por tanto no hay nada que objetar a que los trabajadores puedan ejercerlo libremente. Tampoco es mi intención debatir aquí sobre la conveniencia de privatizar AENA, la cuestión es que, acercándose las vacaciones de Semana Santa, los sindicatos anuncián la convocatoria de una huelga de 24 horas a nivel nacional del personal de AENA para el próximo 21 de abril, el Jueves Santo.
Todos tenemos muy fresco en nuestra memoria el episodio del pasado mes de diciembre y el incidente protagonizado por los controladores aereos, este caso se ha cerrado a nivel de reivindicaciones laborales con el laudo del mediador asignado para ello pero, a la vista de lo ocurrido entonces y pensando en este caso ¿es la huelga la solución?
El espíritu de una convocatoria de huelga tiene un doble sentido, por una parte ejercer presión sobre la patronal a la hora de defender unos derechos que los trabajadores consideran justos y, por otra, llamar la atención de la sociedad para que puedan conocer esa situación que los trabajadores denuncian e, incluso, poner de su parte al resto de la sociedad que podría apoyar esas reivindicaciones con lo que la presión podría ser mayor.
En este nuevo caso sí podemos pensar que paralizando los servicios en los aeropuertos pueden ejercer presión, si bien el objetivo de que el Gobierno cambie su decisión sobre la privatización es más bien imposible de alcanzar. Sobre el segundo aspecto las consecuencias pueden ser todavía más negativas, pensemos ya no sólo en el perjuicio a las personas que pueden temer por sus vacaciones sino las pérdidas que se pueden ocasionar al que ahora mismo es el sector más importante de nuestra economía, el turismo.
Las vacaciones de Semana Santa concentran el mayor número de desplazamientos a las zonas turñisticas de todo el año. Muchas pymes pueden sufrir pérdidas importantísimas si la gente, en previsión de que esa huelga afecte a sus vacaciones, deciden anular sus viajes. No hablo de las pérdidas de las compañías aéreas sino del perjucio para agencias de viaje, hoteles, restaurantes, tiendas, etc. que puede ser enorme y tal y como están las cosas hasta crítico.
Como decía antes, los trabajadores de AENA tienen todo el derecho del mundo a reivindicar su situación, pero dudo que con esta convocatoria y los posibles efectos económicos que puede tener sobre los negocios de personas totalmente ajenas a su problema vayan a conseguir adhesiones mayoritarias a su causa.
En Pymes y Autónomos | Pasó el 29S, pasó la huelga, ¿y ahora qué? Imagen | gaelx