Plantear una idea innovadora y hacerla realidad. Diseñar un producto revolucionario y crecer como empresa. Todo ello requiere un esfuerzo, tanto en tiempo como en dinero, y por eso debemos rentabilizar nuestro producto mediante la protección y defensa de nuestra propiedad intelectual.
Las patentes permiten salvaguardar nuestros intereses como compañía frente a la competencia. Sin embargo, parece un método de protección reservado para las grandes empresas y que todavía está muy lejos de los intereses de las pymes. Lo cierto es que, hoy por hoy, es la única herramienta a nuestra disposición para proteger la propiedad intelectual e industrial. ¿Por qué no utilizarlas?
La empresa Pons, especializada en la protección de la propiedad intelectual e industrial mediante las patentes y marcas, nos recuerda que son las pymes las que obtienen mayores beneficios a la hora de patentar sus productos; una práctica que no es ni tan complicada ni tan cara como muchos podríamos pensar a priori. De hecho, la empresa destaca los beneficios de esta práctica en los siguientes puntos:
- Únicamente las patentes generan derechos exclusivos a favor de su titular con los que poder negociar, ya que si además tienen un valor económico per se se puede negociar.
- Cuando nuestro objetivo es crecer y fortalecer nuestro negocio en el mercado, no podemos permitirnos no proteger nuestros activos, ya que, cuando la empresa se consolide, necesitará defenderse de sus competidores y para ello necesita tener patentes que protejan nuestra innovación.
- No hay alternativa alguna que garantice los derechos del emprendedor si éste decide no proteger sus invenciones a través de patentes. La alternativa a las patentes son los secretos industriales, y estos son muy difíciles de mantener en una empresa que está creciendo, en la que la entrada y salida de personal es continua, y que además para consolidarse en el mercado necesita dar difusión y divulgar al menos parte de su know how.
- Cuando hay inversores externos a los que acudiremos para hacer crecer nuestra empresa, necesitaremos tener garantizada la exclusividad del negocio por el que estamos apostando y esto solo se consigue mediante el registro de las patentes en las oficinas correspondientes.
- Existen despachos profesionales del sector de las patentes, las Agencias de Propiedad Industrial, que pueden ayudar a cualquier pyme a obtener patentes sólidas y a utilizar la estrategia territorial más económica y adecuada a sus intereses, evitando desembolsos innecesarios y racionalizando el gasto en extensión internacional de patentes para acompasarlo a su crecimiento real.
- Cuando las invenciones están protegidas por patentes, el emprendedor puede acudir incluso directamente a las entidades bancarias en busca de financiación para su proyecto empresarial.
- En la actualidad, existen ayudas de diferentes entidades(OEPM, ICEX, CDTI, etc) que tratan de fomentar la protección de las invenciones vía patente y que cubren en todo o en parte, algunos de los gastos más elevados de una patente como son las traducciones de los documentos a otros idiomas, en algunos casos parte de los honorarios de los agentes de Propiedad Industrial o las tasas por extender dichas patentes fuera de España.
- Las patentes son instrumentos clave en la estrategia de internacionalización de una pyme, porque le dan la protección que necesita para poder negociar con potenciales distribuidores o fabricantes de otros países, garantizándose que no le van a copiar, y si lo hacen, teniendo asegurada la defensa.
- Existen dos formas de rentabilizar una patente: o bien, mediante su explotación en aquellos países que le resulten estratégicamente más interesantes, o bien mediante su licencia o venta en países que, por su lejanía, no le resulten atractivos al emprendedor.
- El seguimiento y la vigilancia de las patentes de las empresas del entorno del emprendedor o de sus competidores directos, permite a los emprendedores conocer sus intereses estratégicos y comerciales.
En definitiva, las patentes ayudan a proteger nuestras ideas e innovaciones. Y no está, ni mucho menos, reservada a las grandes empresas. Únicamente tendremos que informarnos para conseguir rentabilizar nuestra producción.
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