El sector automovilístico se caracteriza por representa un peso importante en la economía española, y también desde el punto de vista del empleo, acaparando un gran volumen de activos. De ahí la razón por la que el gobierno de la nación haya decidido establecer sucesivos incentivos para las ventas del sector, instrumentalizados a través de los Planes PIVE.
Estos fondos suponen un apoyo muy importante para el sector, ya que al subvencionar la compra de vehículos, las ventas se están deteriorando menos de lo que previsiblemente lo harían como consecuencia de la crisis económica, de manera que operan con una ventaja notoria en comparación con las empresas de otros sectores.
De manera que muchas empresas han reivindicado que también son merecedoras de recibir los mismos estímulos para mejorar sus ventas, y que por el contrario, están enfrentándose a la crisis sin ningún tipo de ayudas, sufriendo las alzas impositivas que se han ido practicando en los últimos años sin ningún tipo de anestesia.
Por este motivo me llaman mucho la atención las palabras de el Presidente de Ford España, José Manuel Machado, que ha afirmado que:
Sería un "disparate" quitar el PIVE cuando el mercado se empieza a recuperar, pues "tenemos una oportunidad de oro de generar crecimientos".
En mi opinión, no es bueno para la economía que un determinado sector se mantenga de manera permanente de manera artificial, y que para más inri, siga siendo así cuando quiera que sea que la crisis termine, en base a recursos públicos que por la coyuntura económica que atravesamos deberían asignarse a los fines más provechosos.
En Pymes y Autónomos | La longevidad de las empresas es más complicada de lo que resulta a priori Imagen | simbiosc