Pon en valor tu trabajo (o cuando el cliente no siempre tiene la razón)

Pon en valor tu trabajo (o cuando el cliente no siempre tiene la razón)
10 comentarios
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Evidentemente el buen trato al cliente ha de ser una de las políticas de empresa que ha de ponerse en práctica para lograr el éxito empresarial, pero eso no debe interferir con otra máxima, pon en valor tu trabajo. Lo primero que debes tener claro es que para que los demás valoren lo que haces, primero, debes valorarlo tú y defender tu buen hacer, tu experiencia, tus conocimientos y lo que tú aportas al cliente.

Veamos un caso concreto, supongamos un empresario cualquiera, vamos a llamarlo Sr. Chacón, que contrata a una empresa para que le preste una serie de servicios. La empresa le asesora sobre los temas en cuestión, le informa, le realiza los trámites pertinentes y, lógicamente, una vez terminado su trabajo le factura y le cobra. Pero el Sr. Chacón es muy listo y dice que todo lo que le han dicho ya lo sabía, que ese servicio no le ha aportado nada y que ¿por qué se le va a cobrar?

Cuando una empresa vende una mercancía a un precio prefijado el cliente puede intentar recurrir al regateo para intentar una rebaja pero está pagando por algo tangible, cuando una empresa presta servicios está vendiendo un intangible pero el valor lo fija la empresa no el cliente.

Cuando has estado sentado con un cliente varias horas analizando su situación, viendo las opciones que más le convienen y realizas para él una serie de trámites (sí Sr. Chacón, esas cosas que se hacen por ordenador pero que el ordenador sólo no es capaz de hacer) estás aportando al cliente tus conocimientos, tu experiencia y los medios de tu empresa para realizar esas tareas y eso vale dinero y lo que vale lo decides tú.

Si el cliente no está satisfecho con tu trabajo es libre de irse y buscarse otra empresa que le preste el servicio y no esperar más de un mes para intentar regatear el precio o desprestigiar lo que has hecho para que trabajes gratis. Si al cliente le parece un precio excesivo lo que le cobras tiene la opción de denunciarlo en consumo o de no volver nunca más a contratarte, pero a lo que no tiene derecho él es a ponerle precio a tu tiempo, tu esfuerzo y tu prestigio.

Tú sabes lo que vale todo eso y por tanto tú y nadie más que tú debe decidir lo que el cliente ha de pagar por tus servicios. Hay muchos Srs. Chacón por el mundo empresarial, no os dejeis avasallar por ellos. Por supuesto no se trata de enfrentarse con ellos sino de dejar bien claro lo que tú aportas y lo que cuesta lo que tú haces.

En Pymes y Autónomos | El cliente no siempre tiene la razón
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    • De todas formas, ejemplos o casos particulares aparte, lo importante que debe quedar de este post es que uno ha de valorar y poner en valor su trabajo y no los demás.

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    • Avatar de fmadra. Respondiendo a fmadra.

      Te puedo asegurar que a veces no lo es

    • En efecto hay que saber lidiar con eso y más en estos tiempos.

      He tenido bastantes casos de clientes que vienen a que les trates un tema que se sale de tu parcela y quieren que se lo hagas gratis o lo incluyas en la factura. Lo malo es que a veces hay que ceder un poco con según que clientes que consideres valiosos, pero ahora la pillería está a la orden del día y el cliente si puede intentará regatear todo lo posible.

      De momento con la experiencia que he tenido lo mejor es intentar presupuestar de forma clara en la medida de lo posible el servicio que vayamos a dar y para los casos en los que esto no sea tan factible estoy más que de acuerdo con el artículo. El precio lo pones tú y el cliente es libre de denunciar los abusos que crea convenientes o de buscarse otros profesionales.

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    • Avatar de levantino Respondiendo a levantino

      Tienes toda la razón pero, a veces, aún así después hay problemas. Está claro que hablamos de casos menos habituales, o eso es lo deseable, pero de todas formas eso suele ir con la persona, el que es un aprovechado, es un aprovechado...

      La cuestión principal que quiero manifestar es la necesidad de afirmar el valor del trabajo que se realiza y de poner un precio justo para ambas partes

    • Por suerte, no me he encontrado con clientes de ese tipo así que no os puedo comentar ninguna experiencia al respecto.

      Por otra parte, pienso que una buena idea para intentar en lo posible no llegar a tal situación, es dejar bien claro de antemano y con el suficiente detalle los honorarios que se van a cobrar (ya sea una cuantía total, por horas, por consulta, etc.), cual es el servicio que se va a prestar con un suficiente grado de detalle, que incluye y que no incluye, como se va a prestar el servicio y cual va a ser a ser la forma y el plazo de los pagos. Malos presupuestos hay muchos, y frecuentemente son el motivo de malentendidos y disputas posteriores.

      En servicios de consultoría alguna vez me ha pedido algún cliente que hiciera algún trabajo de más, pero como no estaba considerado en el presupuesto por escrito que habíamos firmado, se quedó en un mero comentario. Con un presupuesto ambiguo, podría haber surgido un problema con dicho cliente.

      Si a pesar de ello, el cliente acaba llorando, pues cada uno deberá de valorar la situación. Mi opinión personal es que si eres un buen profesional, y no has incurrido en ningún error ni se ha proporcionado un mal servicio, lo mejor es no ceder, si hubo un acuerdo previo hay que cumplirlo.

      Un saludo

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