Trabajar la pareja junta

Trabajar la pareja junta
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HOY SE HABLA DE

Algunas veces he hablado en esta misma tribuna de mis dudas sobre las supuestas bondades de trabajar en empresas familiares, pero en la mayoría de ocasiones lo he enfocado más desde la línea sucesoria familiar o bien desde la línea de aquella empresa en que toda la familia (la original y la que va incrementándose) se va integrando. Y no lo he hecho desde la perspectiva de aquellos negocios regentados por parejas, así que lo voy a hacer hoy.

Existen algunos dichos que no reproduciré sobre la opinión de trabajar con tu pareja, algunos de esos dichos no son muy favorables a esta opción. Y sin duda que entraña grandes e importantes riesgos, pero yo a pesar de ello también le veo sus ventajas, y en muchos casos ventajas que merecen la pena y compensan.

Por supuesto, todas estas ventajas irán asociadas a como sea cada pareja, la personalidad de cada integrante de la misma y que los intereses de ambos sean coincidentes. También creo que estas ventajas serán mayores como mayor sea el control de ambos por parte del negocio o de la empresa y cuando no sea el uno que dirige al otro. Pues de no ser así, entonces si que se podría incurrir en conflictos “jefe” vs “empleado”, y eso trasladarse al domicilio.

En definitiva, si la pareja se lleva adecuadamente, asumen sus roles en el negocio, saben colaborar y se comprometen ambos como “propietarios” del negocio para desarrollarlo, las ventajas en libertad, implicación, compenetración en la pareja e incluso mayores beneficios económicos (todo queda en casa) pueden ser muy importantes. Eso sí, con el conocido riesgo de que en caso de discusión profesional durante el día, el escobazo se de a la noche en casa.

En Pymes y autónomos | Las empresas familiares, sin órganos de gestión Imagen | davichi

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Comentarios cerrados
    • Obviamente todo dependerá de la personalidad de cada uno de los componentes de la pareja y del tipo de relación que tengan. Pero en cualquier caso es muy arriesgado, porque cualquier fisura en cualquiera de los dos lados, el laboral o el personal, afectarán indudablemente al otro. Da igual si está todo previamente hablado, todo previamente dispuesto, separados claramente los cargos o las responsabilidades. Si todo va bien es la situación ideal, el negocio va bien, entra dinerito en la familia, la pareja está junta, todo son corazoncitos con el símbolo del euro dentro. Pero, y ahí está el pero, si algo falla en uno de los dos campos, todo se convierte en una cisterna de retrete donde todo va para abajo. Si el negocio empieza a ir mal, se aplica la expresión "cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana" y si lo que falla es la pareja pues todos los reproches personales llegan a lo laboral. Queridos niños, os hablo desde la experiencia :-)

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