Uno de los grandes beneficios que tiene la tarifa plana para los autónomos es la posibilidad de empezar el negocio pagando durante los dos primeros años, o alguno más depende del colectivo al que se pertenezca, una cotización más baja de lo que les correspondería si lo hicieran por la base mínima. Esto implica un ahorro importante, lo que en la fase inicial de negocio, donde no se sabe con qué ingresos se va a contar supone un alivio. ¿Pero qué ocurre después? La realidad es que el porcentaje de autónomos que mantienen su actividad acabadas las bonificaciones es muy bajo. Entonces, ¿ha dejado de ser útil la tarifa plana para los autónomos?
La realidad es que tenemos que establecer dos perspectivas, las del autónomo y la de la propia Seguridad Social. Para el autónomo se ha visto como una oportunidad para empezar asumiendo menos riesgo. Y ha sido un factor muy importante para que muchos se decidieran a dar el paso. Luego, pasados dos años, viendo la cantidad de horas que habían metido, el esfuerzo y los beneficios que sacaban, la mayoría no continuaba.
Muchos los llamados y pocos los elegidos
Y aquí entran todo tipo de autónomos, desde los repartidores de comida, que veían que podían tener un trabajo solo pagando 50 euros al mes pero no tenían prácticamente ninguna perspectiva de continuar haciendo esto más allá de un año o dos. Es más un autoempleo que otra cosa.
Luego están los que han iniciado un negocio, que en la fase inicial no ha consolidado una base suficiente de clientes, no son tan conocidos y necesitan esta ayuda para arrancar. Aquí se dan dos circunstancias, los que logran la rentabilidad y se mantienen como autónomos, y los que tras varios meses o años, se dan cuenta que no les compensa o no logran captar los clientes necesarios.
Por último están los autónomos que tienen beneficios desde el principio. Son una minoría, en su mayor parte con planes de negocio contrastados y validados. Y pagar menos como autónomos lo único que les repercute es para lograr un retorno de la inversión en un menor tiempo. Estos se mantendrán muchos años en el sistema.
Una gran inversión para la Seguridad Social
Pero visto desde el punto de vista de la Seguridad Social supone un agujero importante en sus cuentas, para mantener después a poco más de un 15% de autónomos consolidados. ¿Se podría destinar este dinero a otro tipo de políticas? Porque a nivel de resultados está claro que siempre ha sido un fracaso para el propio sistema y así lo reconoce la asociación de autónomos UPTA.
¿Cuánto le cuesta la tarifa plana a la Seguridad Social? Se estima que su coste le supone unos 700 millones de euros anuales. ¿No se podría diseñar otro modelo de ayuda más eficiente para que permita mantener más autónomos después de esos dos años iniciales? Porque este realmente es el problema, si no se consigue retener al profesional en el RETA lo que se ha hecho básicamente es expulsarlo, porque muchos después de haberlo probado no quieren ni volver a oír hablar de ser autónomos.
La realidad es que con la cotización por rendimientos no tendría tanto sentido, más allá de unos meses iniciales en los que el autónomo no sabe cuánto va a facturar. En todo caso si se quiere mantener y dar continuidad a este modelo quizás lo que si sería necesario es que se financie fuera del propio sistema.