España es un país de pymes. De empresas pequeñas o muy pequeñas y esto es un problema estructural para nuestra economía, pero también un reto de transformación. Uno de los problemas que genera es que muchas de estas empresas de menos de 10 empleados, de menos de 50 donde se encuentra el mayor porcentaje tienen poca capacidad financiera y de resistencia. O para canalizar inversiones para hacer que los fondos europeos lleguen a las pymes.
Este es uno de los retos para salvar economía y empleo. No es el único, pero si muy importante a corto plazo. Está muy bien crear grandes proyectos estructurales, motores que generen empleo y cambio, los que el Gobierno ha denominado PERTE, de colaboración pública y privada.
Los PERTE como motor del cambio
Pero estos grandes proyectos, que no nos engañemos serán los que se lleven la mayor parte de los fondos Next Generation EU, tienen que involucrar también a las pequeñas empresas, así lo llevan reclamando las patronales de la pequeña empresa desde hace tiempo. De otra forma solo serán meros comparsas y la ayuda llegará en forma de efecto rebote de la economía, mucho más tarde y con consecuencias en el empleo a corto plazo.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, asegura que "las pymes están en el corazón del Plan de Recuperación" con una inversión de más de 2.000 millones de euros a cargo de dichos fondos especialmente destinados a estas empresas. Espero que se refiera únicamente a los fondos de este año.
Porque si de lo que estamos hablando es del total de la inversión que puede estar en torno a los 200.000 millones será un problema. Por mucho que la ministra en que los grandes proyectos tendrán también participación de las pymes, que estará protegida para que coexistan con las grandes empresas, se antoja una cantidad del todo insuficiente para que revitalice el tejido empresarial en nuestro país.
Sobre todo porque como muy pronto esta inversión comenzará a llegar en verano y para entonces puede que muchas empresas ya estén por echar el cierre ante su alto nivel de deuda y el descenso de facturación provocado por la crisis económica. Mientras se ponen en marcha los proyectos y se hacen notar en la economía pasará tiempo y para entonces muchos negocios y pymes habrán echado el cierre.