La expansión de los dispositivos móviles en España es una realidad incuestionable. Por encima de muchos países del entorno europeo. Eso obliga a las empresas a adaptar sus negocios a esas herramientas. No sólo para el pago online, a través de aplicaciones o de webs adaptadas, sino para el físico a través de smartphones y tabletas. ¿Será el año 2014 el de la consolidación de estas modalidades?
Hasta ahora, muchos han sido los actores que se han ido incorporando a ello. Square y iZettle han sido comentados en varios artículos por IC. Sin embargo, no son los únicos. Las ventajas de estos métodos de pago son varias: la movilidad y la posibilidad de tener un conocimiento mucho más exhaustivo de los clientes y sus hábitos de consumo.
También existen inconvenientes que, a la postre, son los retos que deben superarse para que su uso sea masivo. Son dos dudas fundamentales:
- La adopción de estos métodos por el común de los consumidores. Por muchos actores que entren en el segmento, la barrera de entrada que supone esas reticencias al cambio de sistema está ahí. Incluso desde iZettle creen que se necesitarán hasta 3 años para que se pueda hablar de un uso masivo en el mercado de nuestro país.
- Las altas comisiones. Son altas, aún a pesar de los recargos 'escondidos' que hacen a posteriori algunos bancos con los TPV tradicionales para pagar con tarjeta (comisiones de mantenimiento, cuotas...). La mayor competencia del sector debería contribuir a reducir ese 2,75% a cargo de la empresa.
¿Será 2014 el año del salto definitivo de estas modalidades de pago? ¿Necesitará más tiempo? Creo que es pronto y que sí necesitará un periodo mayor de adaptación. Pese a la veloz adopción de los dispositivos móviles para el acceso a la red en nuestro país, los hábitos de consumo y pago no serán tan fáciles de cambiar.
En Pymes y Autónomos | Quién es quién en los pagos móviles (infografía), Las ventas móviles para las pymes, un reto aún por conseguir Imagen | mikumaria