En el Consejo de Ministros celebrado en el día de ayer fue aprobada la Agenda Digital que marca el futuro del sector hasta el 2020. El objetivo es adaptarse a lo acordado en la Agenda Digital europea, además de incorporar puntos concretos a desarrollar en nuestro país.
Los puntos básicos de esta agenda pretenden fomentar el despliegue de redes ultrarrápidas, desarrollar la economía digital, mejorar la administración electrónica y reforzar la confianza y seguridad del comercio electrónico. Todo esto aderezado con una pizca de I+D+i. Objetivos muy loables pero que luego se cumplen en muchos casos a base de imposiciones legislativas que recaen sobre las empresas, mientras que las administraciones no son tan estrictas en el cumplimiento de su parte del trato.
Los objetivos son que en 2015 un 50% de cobertura con redes de ancho de banda superior a los 100 MB, que el 70% de la población use las TIC, que el 85% de las empresas use la firma digital o que el 75% tenga una política de privacidad o certificado en su web. Claro que una cosa es utilizar la firma para los trámites a los que me obliga la administración y otra hacerlo de forma voluntaria.
Otro de los grandes objetivos es aumentar el uso del comercio electrónico para que en 2015 el 40% de las empresas facturen electrónicamente y un 55% de las micropymes tenga su propia web. Más vale que tenga un retorno de inversión claro, porque para las pymes la facturación electrónica resulta más un fastidio que un beneficio.
Para las micropymes necesitan un objetivo claro para mantener una página web. Es muy sencillo hacerla, pero luego tenemos que hacerla bien, mantenerla y que cumpla con su cometido. Y es en este aspecto, donde por lo menos según mi percepción, han de realizar una mayor esfuerzo en las empresas.
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