Mañana es el día Mundial de la Contraseña un buen momento para recordar a los usuarios la necesidad de salvaguardar sus credenciales de acceso a los diferentes servicios. Si hacemos caso a las estadísticas que suelen aparecer cada año, lo cierto es que no aprendemos la lección a la hora de crear claves seguras.
Lo cierto es que cada día manejamos un número mayor de contraseñas, con una media de 17 por usuario. Y esto sin tener en cuenta la cantidad de servicios en los que nos identificamos con nuestras cuentas de redes sociales o de correo electrónico. Trabajar sólo con la contraseña es insuficiente, por eso es imprescindible activar la verificación en dos pasos siempre que sea posible.
Lo cierto es que estas prácticas también se llevan a la empresa. Utilizamos la misma contraseña para todo, sin importar que sea un equipo de sobremesa, un servidor o un portátil. Además suelen ser claves fáciles de recordar por lo que no suelen aguantar un ataque de fuerza bruta y un ordenador de los actuales las podría descifrar en apenas segundos.
Además obligar a los usuarios a cambiar las contraseñas de forma frecuente tampoco parece ser una solución adecuada, ya que esto provoca que los usuarios no busquen una clave fuerte, sino más bien sencilla de recordar, que suele variar en una serie de ellas en función de las restricciones a las que se ven obligados.
Lo cierto es que parece una cuestión todavía por resolver. Las soluciones de gestión de contraseñas que ya incorporan algunos antivirus o que podemos utilizar en los navegadores pueden ser una buena opción, pero tienen el inconveniente de centrar en un mismo lugar todas las credenciales de acceso a nuestros servicios, lo que a veces puede provocar un agujero de seguridad importante si los empleados no hacen un uso correcto.
En Pymes y Autónomos | Las contraseñas están más seguras en la agenda de papel que en una hoja de cálculo