La financiación al consumo es básicamente una herramienta de venta que tienen a su disposición los comercios para que sus clientes puedan realizar el pago de sus compras de manera aplazada. La mayoría de los créditos al consumo suelen oscilar entre los 200€ y los 20.000€, y van destinados normalmente a compras de electrodomésticos, amueblar la casa, un automóvil, gastos de una boda, realización de viajes... Estos créditos expiran a corto o medio plazo.
El consumo ha sido, junto con la inversión en vivienda, uno de los pilares básicos sobre los que se ha fundamentado el crecimiento de la economía española durante la última década y media, y su dinamismo ha estado en la base de la extraordinaria expansión que ha vivido el sector del crédito al consumo en los últimos años.
A mediados de 2007 se producen desequilibrios que hacen que el endeudamiento de los hogares sea insostenible y el crecimiento llega a su fin dando paso a la crisis económica que nos hemos visto inmersos. Desde finales de 2013 se está observando un cambio de tendencia y por ejemplo, según la Asociación Nacional de Establecimientos de Crédito (ASNEF) tras cinco años de caída, el crédito concedido por las entidades financieras repunta un 3,5%, esta dinámica se mantiene y para 2014 se esperan datos esperanzadores.
En que consisten las compras financiadas
Nuestra empresa puede firmar un contrato formalizado con una entidad financiera, desde ese momento la propia empresa tiene potestad para tramitar la documentación necesaria para conceder un crédito al consumo al cliente con las condiciones que anteriormente le ha marcado la entidad bancaria. Cada vez son más las empresas que ofertan este tipo de servicios a sus clientes.
Ventajas de usar la financiación al consumo con tus clientes
- Lo primero y más importante es que te ofrece una ventaja competitiva importante frente a un negocio que no oferte este servicio. Un cliente que necesita financiar su compra por pequeña que sea, irá a un establecimiento en el cual pueda financiar.
- Rapidez y comodidad, un cliente puede formalizar su crédito sin necesidad de acudir a la entidad bancaria y en tan solo unos minutos.
- Las cuotas mensuales de estos tipos de créditos suelen ser bajas, algo que los clientes agradecen.
- No suele ser necesaria la garantía de un aval, se basan en la puntualidad y correcta forma de pago de nuestros clientes y en que posean un flujo de ingresos adecuado que les permita afrontar las cuotas sin sobresaltos.
La mayoría de los clientes buscan comprar sin complicarse la vida buscando financiación y a la hora de vender nuestra empresa debe ofertar servicios de aplazamiento de pago para facilitar la compra a nuestros consumidores.
Para los clientes recordar que debe ser una herramienta de financiación puntual, no sistemática, y es importante no dejarse llevar por el exceso de consumo y sobreendeudarse.