El leasing o arrendamiento financiero es una forma de contrato que tiene por objeto la cesión del uso de bienes muebles o inmuebles, a cambio de una contraprestación en forma de abono periódico de cuotas, con una opción de compra al término del mismo a favor del usuario.
Esta herramienta empresarial de contratación de activos, puede ser muy útil a la hora de financiar el negocio. Imaginemos que queremos adquirir un activo, por ejemplo una maquinaria para nuestra empresa. Al hacerlo a través de un leasing, podremos financiar la tesorería y pagar en cuotas un activo de la empresa. Las cargas financieras de esa maquinaria se pagarían mensualmente y en la última cuota generalmente puedes ejercer la opción de compra por una cuota más.
La financiación del leasing
Si hablamos de finanzas para tu negocio debes saber que el leasing se compone de dos partes:
- Coste de recuperación
- Coste financiero
El coste de recuperación son las cuotas de amortización del bien, estipuladas en el contrato que se formaliza al inicio. Esta cantidad se puede acordar igual para todos los meses, o, creciente o decreciente en el tiempo. El coste financiero, que es lo que más rechaza a la parte que contrata, está compuesto por un tipo de interés aplicado al coste pendiente de recuperación. Estos tipos de interés pueden ser fijos o variables con un diferencial previo. En caso de cancelación anticipada del contrato se suelen aplicar unas cargas importantes.
Ventajas de financiarse con un leasing
- Adquisición de un inmovilizado financiado totalmente. Cuentas desde el inicio con un activo más.
- La cuota mensual depende del tipo de interés que se aplique a la operación, y ese tipo puede ser variable en el tiempo en función de la solvencia, garantías, volumen de negocio, el riesgo de la operación, una gran ayuda para financiar el activo.
- Tratamiento fiscal favorable para Impuesto sobre Sociedades e IRPF. Los intereses son totalmente deducibles, las cuotas de amortización también lo son, hasta el límite del doble de la tasa de amortización prevista en la Ley IS. Y las cuotas de IVA son totalmente deducibles.
- El contrato debe incluir una opción de compra al término, el inmovilizado puede ser tuyo cuando termine el contrato.
A la hora de financiar nuestro activo empresarial debemos elegir que forma de hacerlo nos conviene más, existen muchos productos financieros que pueden ayudarnos, prestamos, créditos, pólizas, renting...y el leasing. Antes de decidirnos es importante conocer el riesgo de cada operación y los detalles de la misma, identificar claramente el bien que deseemos adquirir y su finalidad en la empresa nos ayuda a saber que tipo de financiación se adecua más al proyecto. Esta fuente de financiación suele ayudar a poner en marcha pequeños negocios. Siempre que nuestra tesorería nos lo permita y principalmente si se tratan de bienes de una vida útil larga, nos deberia interesar estudiar una financiación mediante leasing.
En un Nuevo Impulso:
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