Si a mí me hubieran dicho "quédate" donde realicé mis prácticas, formaría parte de la plantilla de un periódico. Pero ni tenían medios económicos para contratar a más personal, y apenas para pagar a los que ya estaban trabajando.
De todos los casos que conozco, sólo dos personas siguen trabajando para la empresa donde hicieron sus prácticas, es decir, no han tenido la necesidad de dejar un currículum y han ido sumando años y experiencia en la empresa. ¿De veras merece siempre la pena deshacerse del becario en cuanto concluye su estancia?
En en el sector de la publicidad se observa cómo las agencias se esfuerzan en dar una imagen pública de lo orgullosos que están de los becarios de turno: fotos, abrazos, bandejas de pasteles, demuestran su agradecimiento pero ¿y una oportunidad?
La experiencia se alcanza trabajando, no sumando cursos. Son muchos los que defienden el tener a un trabajador que no cobra puesto que la oportunidad es muy grande. Es probable, pero ¿y si están dejando escapar un diamante en bruto?
No es cuestión de contratar por contratar, si bien hay un número elevado de pymes que apuestan por quedarse con el nuevo empleado al que se le podrá exigir más (si pensamos en sus ganas de tener un empleo y en sus ganas)
Muchas veces se acaban encontrando verdaderos talentos entre becarios que simplemente buscaban una oportunidad. Las empresas deberían valorar al becario no como mano de obra de barata y no dejarse tentar por lo económico que resulta tener uno entre sus filas para realizar las tareas más arduas.
En Pymes y Autónomos|Trabajo basura: más de la mitad de los becarios mayores de 30 años trabajan gratis
Imagen|Carlos ZGZ
