Una de las cuestiones que sirve a las empresas para fijar el salario de los empleados es alcanzar unas determinadas cuotas de productividad. Pero en algunas empresas quieren ir un poco más allá y añaden la valoración de los compañeros para determinar el salario. Así funciona Zalando, uno de los gigantes de Internet.
Para ello han puesto en marcha una herramienta informática que permite realizar valoraciones de los compañeros de trabajo de forma periódica. Es una forma de gestionar el talento en las empresa, pero también un punto de estrés, puesto que muchos empleados afirman sentirse en tensión al verse observados por sus compañeros. En definitiva, el Gran Hermano está a nuestro lado.
No solo opinan los compañeros, también es la herramienta que utiliza el mánager para interactuar con los trabajadores y valorar sus aptitudes y actitudes. Para la empresa es una forma de calificar el rendimiento de sus empleados como bajo, bueno o excelente. La parte negativa es que se trata de una valoración totalmente subjetiva.
Se opina como se hace en redes sociales. Por simpatías y popularidad, no tanto por rendimiento. Una persona con la que se ha tenido una discusión por algo ajeno al trabajo o con la que no tenemos simpatía seguramente estaremos más predispuestos a darle una baja valoración, sin entrar a valorar objetivamente si su trabajo es bueno o no.
El problema no es tanto la herramienta en sí misma, que puede servir para detectar problemas con algunos empleados, sino el peso que le damos a la misma a la hora de fijar el salario de un trabajador. No se puede convertir en una especie de policía del trabajo que limite las oportunidades.
En un mundo laboral donde todo está medido, la opinión de los empleados también cuenta. ¿Lo hace también para valorar el salario de un mánager? ¿Y de los directivos de la empresa? ¿Serían capaces de fijar su sueldos en función de las opiniones de sus trabajadores? Sinceramente lo dudo mucho, por eso no me gusta que un sistema que no queremos para nosotros sea bueno para aplicarlo a los demás.
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