Muchas son las empresas que han empezado sin apenas recursos económicos y con poco capital. El llamado Bootstrapping es una limitación muy fuerte por la falta de inversión y recursos, pero nunca ha sido una barrera definitiva para que muchas empresas hayan alcanzado el éxito.
Este es el caso de la empresa norteamericana Goldstar, uno de los vendedores online de tickets baratos más conocido, que fueron capaces de conseguir más de un millón y medio de suscriptores con un capital inicial de tan solo 1.000 dólares. ¿Cómo lo hicieron?
Rich Webster, Jim McCarthy y Robert Graff fueron los fundadores de esta empresa dedicada a la venta de tickets online, tras detectar ciertas carencias en el negocio de la venta de tickets. Los locales y teatros de todo el mundo regalaban aquellas las entradas de aquellos shows que no tenían suficiente salida pero, en lugar de llenar las salas, que era realmente su objetivo, se encontraban con asientos vacíos o no deseados por los consumidores.
Tras darse cuenta de tal ineficiencia, el trío de emprendedores se decidió a pasar a la acción, al percatarse que tanto el local como los consumidores salían perdiendo. Después de solicitar un préstamo al estado de 800 dólares y aportar otros 200 dólares adicionales, pusieron en marcha su negocio. Robert Graff decía:
Ningún recinto quiere oír que su espectáculo carece de valor, y ningún consumidor quiere ir a ver aquello que no vende.
De esta manera, Webster, McCarthy, y Graff fundaron Goldstar en octubre de 2001, con la idea de buscar soluciones y alternativas para aquellos shows poco populares que no vendían las suficientes entradas como para hacer el negocio rentable, sacándolas al mercado a mitad de precio.
Después de once años, la empresa no ha dejado de crecer. Actualmente, Goldstar trabaja directamente con cerca de 4.000 socios del mundo del espectáculo, poniéndolos en contacto con espectadores. En la actualidad, Goldstar tiene más de 1.5 millones de suscriptores y ofrece más de 900 entradas de diferentes espectáculos. Y así, una pequeña start-up, que contaba con un pequeño capital, se convirtió en una empresa exitosa y, después de once años, se ha convertido en toda una referencia en el sector del espectáculo.
Con este ejemplo me gustaría animar a aquellas personas que, por falta de capital, se sienten desanimadas a comenzar su negocio. Si bien es cierto que toda empresa debería contar con un cierto capital para comenzar su negocio, no menos cierto es que en algunos casos, no es tan imprescindible. Lo que nos conduce al éxito no es el capital económico, si no el capital humano, y ahí nuestras ideas y capacidades son claves para gestionar eficientemente una empresa. De nada sirve contar con una gran cantidad de inversiones si no somos capaces de gestionar adecuadamente nuestro negocio.
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