El caso Guardiola frente a la temporalidad laboral

El caso Guardiola frente a la temporalidad laboral
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Josep Guardiola ya ha sido protagonista de nuestras páginas como un buen ejemplo a seguir en su paso de empleado a jefe o con las técnicas de motivación empleadas en el Barça antes de la final de la Copa de Europa.

El caso es que ahora, Guardiola ha rechazado un contrato de larga duración (6 años) para escoger un contrato temporal, de un año solamente. Vaya por delante que los entrenadores son los puestos de trabajo con mayor rotación que existe y con mayor número de despidos pero no nos quedemos sólo ahí, vayamos a la esencia de la actitud del trabajador frente su propio trabajo.

Guardiola es consciente de que quiere dosificar su trabajo, evaluarlo por fases, por temporadas. Es un trabajador de alto rendimiento y siempre quiere tener la sartén por el mango. En definitiva, te hago este proyecto laboral, pero hasta que no vea con qué cuento para el siguiente, no me sumo al barco.

Este síntoma puede parecer que el trabajador no se vincula con la empresa, con su trabajo. Todo lo contrario; la vinculación es máxima pero no quiere perder su fuerza negociadora si supera las expectativas. Si no las supera, también sabe que está en la calle, ya tenga un contrato de un año o de seis.

La ley de la oferta y la demanda tampoco se puede perder de vista. Imaginemos que Guardiola vuelve a llevarse un buen palmarés este año. Puede tener siempre la puerta abierta para escoger otra oferta laboral, que se le ajuste más a sus pretensiones, a sus preferencias, mejoras económicas…

En definitiva, la sartén de la negociación la tiene el trabajador por el mango y lo mismo le da lo que ponga un contrato frente su duración, ya sea una temporada o seis. Esta mentalidad de valía y saber desempeñar bien tu trabajo, deja en segundo plano los aspectos de duración de la relación laboral y debería ser un modelo a seguir para todos los trabajadores de mandos intermedios y donde sus funciones laborales son un eslabón importante dentro de cualquier empresa.

El contrato indefinido es perverso también para el trabajador, aunque muchos no se quieran dar cuenta dado que el vínculo es recíproco y merma profundamente las posibilidades de cambio, mejora y superación laboral que todos los trabajadores medianamente cualificados deben tener como horizonte en su vida laboral.

Esta mentalidad debería saltar del terreno de juego a los despachos, oficinas y centros de dirección como arma revulsiva que le entregue al trabajador la capacidad negociadora y de presión que muchos han perdido o no quieren ni siquiera ejercitar.

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Los contratos de larga duración, en caso de un mando alto/intermedio también pueden obedecer a que el programa a realizar y poner en marcha es a cinco años vista, que es cuando se conocerán los resultados, con lo que lo lógico sería negociar un contrato que te permita llegar al final de tu objetivo. En la liga está claro, es un año porque luego se empieza de cero. En una empresa no es así, pueden haber objetivos a un año, a seis meses o a diez años.

      Este tipo de contratos "cortos" pueden servir para directivos y profesionales cualificados pero no para el escalafón más bajo de la mano de obra. No concibo un peón albañil que quiera hacer contratos por meses. Quiere seguridad de que el mes que viene va a poder trabajar. Porque?. Porque existe el paro. Me refiero a que siempre hay gente que queriendo trabajar, no encuentra trabajo temporalmente. Buscar trabajo cuesta trabajo, crea incertidumbre e impide planes de futuro.

      En la mano de obra no cualificada, por lo general, siempre es mayor la oferta de mano de obra que la demanda. Por lo tanto es el empresario el que parte con ventaja a la hora de la negociación. A este tipo de trabajador no le queda otra que decir, bueno, tu pones las condiciones, pero asegúrame un contrato largo. Me conformo con lo que cobro siempre que cobre todos los años.

      En profesionales cualificados no ocurre esto porque pueden encontrar un trabajo más fácilmente y con unas condiciones mejores, con lo que la seguridad no es su problema, sino que pasa a serlo la posible pérdida de oportunidad de trabajo por estar ya ligado a una empresa.

      No se puede esgrimir, creo yo, este argumento para TODOS LOS TRABAJADORES, ya que las condiciones de entrada y salida del mercado laboral y la fuerza en las negociaciones no son las mismas.

      Siempre habrá quien me rebata diciendo que quien está en el paro es porque se está más cómodo y que realmente no quiere trabajar. Respecto a eso, en ésta página mucha gente se indigna con los comentarios y opiniones negativas que se tienen de los empresarios, que no todos son iguales, que hay muchos y muy buenos, que no hay que generalizar....Estoy completamente de acuerdo. Por ese motivo tampoco se debería generalizar sobre los trabajadores. Por cada ejemplo que uno ponga de un tipo, otro podrá poner del otro, que de todo hay en la viña del señor.

      También hay empresarios con 4 sociedades limitadas domiciliadas en el mismo sitio, haciendo un trabajo muy similar que han ido cambiando a los trabajadores de empresa para evitar consolidación de derechos, antigüedades etc. No, no todos son así, pero los hay.

      Como estoy de acuerdo que no hay que generalizar, habría que ver que estos tipos de contratos cortos son válidos para un tipo de trabajador/profesional determinado, y con una fuerza negociadora determinada. Extenderlo a todo el mundo supone precarizar (a tenor de la actual legislación) el trabajo mermando los derechos de los trabajadores sin que a cambio se registre, como contrapartida, un beneficio en algún sentido. Perder algo para no ganar nada. No es un buen negocio.

    • Estupendo artículo y blog, Remo, como siempre.

      Como autónomo y en mi aspecto laboral, consultoría de empresas, siempre pongo como condición que no acepto contratos de más de 6 meses. Lo que me permite valorar y realizar el proyecto en el que estoy y comprobar si se cumplen objetivos por ambas partes. En cuyo caso, se renueva.

      Saludos.

    • Muy buen post, como siempre. El caso Guardiola es sintomático de cómo, en una empresa que realmente quiere funcionar, un empleado valioso y eficaz tiene un altísimo poder de negociación si sabe manejarlo. Como bien dices, Guardiola sabe que ya firme contrato por seis o por sesenta años, estará en la calle en el momento en que al presidente de turno se le antoje, pues en la mentalidad de los clubes de fútbol despedir al entrenador es un coste que automáticamente se asume como viable.

      También es de alabar la posición de Guardiola, pues muchos entrenadores (y trabajadores) aceptan el contrato de larga duración pensando en que, si lo echan, al menos le tendrán que abonar algo (generalmente, un año de sueldo, que en caso de los entrenadores, no es moco de pavo). En este caso, el entrenador renuncia a su libertad negociadora por asegurarse una remuneración. Guardiola es valiente, cree en su trabajo y asume que por mal que le vayan las cosas, podrá ofrecer sus servicios en otro sitio a final de año. Esa es la imagen que se ha de transmitir al empleado de la empresa: si tu trabajo es válido, debes "obligar" a que se te reconozca.

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    • Avatar de murazor Respondiendo a murazor

      Al contrario, yo no creo que renuncie a su libertad negociadora. Más bien la está reforzando. Cuando se ha conseguido un prestigio a nivel internacional, el hacer un contrato de un año es estar en el mercado al año siguiente si no le dan lo que quiere. Si firma un contrato largo, o le despiden o tiene que rescindir unilateralmente el contrato indemnizando al club. Con el contrato de un año, con tantas novias como puede tener cuando quiera, el que tiene la sartén por el mango es Pep. Y no creo que su salida o entrada en el Barça sea una cuestión únicamente de dinero.

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    • Avatar de bakunin74 Respondiendo a bakunin74

      No me he explicado bien. El entrenador renuncia a su libertad negociadora si firma un contrato de larga duración."Este caso" se refería a esos entrenadores.

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    • Avatar de murazor Respondiendo a murazor

      Perdona, lo entendí al revés. Creía que "este caso" era Guardiola.

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    • Avatar de fmadra. Respondiendo a fmadra.
      interesante

      Seguridad vs Rentabilidad. Una zanahoria (cobrar más), un riesgo, (acabar en el paro).

      Todo depende de la aversión al riesgo (calculado o no) y la avaricia del trabajador (bueno, y del ego, la confianza en si mismo, la chulería, incluso que la empresa alentará para que aceptes este tipo de relación laboral...eres tan bueno, trabajas tan bien, en todo caso no tendrás problemas para encontrar trabajo, fenómeno!!!....., y luego viene una crisis mundial y hay que recortar....)

      Lo que decía es que los contratos cortos PUEDEN SERVIR para mandos intermedios, no que se deban seguir. En estos casos PUEDE SALIRLES BIEN LA JUGADA. Pero en los puestos bajos del escalafón laboral es que les va a salir mal de todas todas.

      Evidentemente, los de RRHH venden la moto porque a la empresa si le interesa de todas todas (jo que reiterativo). Si sale bien ganan con el trabajador y si sale mal se libran de él sin costes altos. La banca gana. Si quieres vender un burro no hay que decir que le faltan los dientes.

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