Las empresas vuelven a apostar por la figura del freelance en tiempos de COVID-19
El panorama actual no da motivos para ser optimista en el terreno laboral. El verano no ha frenado los brotes y los rebrotes se suceden a diario. Por ello, no es extraño que muchas empresas apuesten en esta nueva crisis por la figura del freelance.
Los freelance pueden teletrabajar, conciliar su vida profesional con la personal y elegir los proyectos a los que quieren dedicar su tiempo. Pero, por otro lado, no tienen vacaciones remuneradas, ni pueden pasar por alto la cuota mensual fija a la Seguridad Social en meses económicamente más bajos.
Ventajas de ser freelance en tiempos de COVID-19
Contar con la experiencia de teletrabajar. Saber cómo organizar su trabajo a la vez que lo realizan desde casa. Pueden ayudar a una empresa asesorando respecto a las fechas de entrega, precios, etcétera.
Si estás especializado en un sector que no se ha visto tan afectado por el virus (turismo, viajes, etc.) probablemente cuentes con trabajos y no pierdas clientes. Incluso puede ser el momento de ganar alguno.
Tu trayectoria es válida para empresarios que no saben cómo moverse por las redes sociales y puedes asesorar para que cambien su modelo de negocio y no pierdan ventas.
Freelance es sinónimo de adaptación a los cambios
Algunos trabajadores freelance están acostumbrados a la inestabilidad inherente a su condición laboral y afrontan la coyuntura con cierta filosofía, a pesar de lo delicada que es la situación.
Tras vivir a un ritmo frenético, pueden aprovechar para hacer otras cosas, entre ellas, ayudar a sus clientes porque la relación suele ser estrecha.
Las cosas pueden mejorar, y siempre será positivo contar con esas personas que han confiado en ti antaño y ahora no pueden pagar como hace unos meses. Es una cuestión de lealtad hacia el cliente.
Es el momento de valorar al trabajador freelance
Algunas empresas han comprobado que necesitan servicios que sólo pueden ofrecer este tipo de trabajadores. Por lo tanto, es el momento ideal para valorar su cometido.
Trabajar desde casa con varios clientes no es sencillo. Requiere de una organización y capacidad para gestionar diferentes tareas. Tampoco suelen ser muy valorados respecto al resto de la plantilla.
Quizás, ahora que algunos negocios han comprobado que sí o sí, los métodos de trabajo deben cambiar, valoren lo que implica que una persona sea resolutiva y positiva para su empresa.
No importa si el trabajador está presente o no en la oficina, sino que el trabajo salga bien
Si es cierto que el teletrabajo ha llegado para quedarse, contar con los servicios de un freelance es un acierto. Lo primero de todo: se ahorran gastos por ambas partes, pero también se deben cumplir ciertas normas relacionadas con algo obvio: se trata de trabajo.
Esa figura difusa en la que nadie tenía claro qué hacía alguien en su casa, con un ordenador, se ha convertido en una figura imprescindible, por eso insistimos en la importancia de valorar a nivel económico (siempre y cuando a la empresa la crisis no le haya azotado) a este empleado externo.
El trabajador freelance debe poner sus límites a los clientes
Trabajar en casa no implica estar abierto como una tienda de 24 horas
Ese es el error en que no debemos caer. En el de pensar que si nuestro nuevo colaborador/trabajador está en casa, le puedo llamar a las 20 h o enviar mensajes a las 23 h porque "total, está en su casa, no molesto".
El comentario más frecuente entre las personas que tienen unas normas laborales donde se tienen x días de vacaciones, no pueden entender que un freelance trabaje un domingo porque quiera. Pero eso no implica, que esté dispuesto para atender cualquier duda.
La falta de costumbre entre los gerentes de relacionarse con este perfil, les hace creer erróneamente, que las vacaciones o los descansos no existen para ellos. Y es cierto que este año en concreto, serán aún más difíciles.
Pero aunque breves, los momentos para uno y el desconectar es imprescindible para la salud mental y física, sobre todo en estos tiempos que nos toca vivir.