En 2020 nuestras vidas cambiaron de la noche a la mañana a causa de la pandemia. Muchos descubrieron tiendas próximas a sus hogares. Un halo de solidaridad corrió entre los ciudadanos. En 2022, volvemos a los orígenes, es decir, a reivindicar las compras en el pequeño comercio durante las navidades.
¿Por qué deberíamos retomar esa costumbre? Porque durante estos años, este sector también se ha renovado. Un ejemplo, la posibilidad de que te traigan la compra a casa sin tener que pagar unos costes elevados ni gastar una cantidad fija como ocurren en muchos supermercados.
Impacto positivo sobre la economía local
Si cada vez apostamos más por cuidar el medioambiente, comprar en negocios locales contribuye a la mejora de la economía local y de la sostenibilidad.
Los tiempos de transporte se reducen, por lo tanto el uso del combustible también, e incluso la cantidad de plásticos es mínima comparada con las grandes superficies.
Más vida tanto en el centro como en la periferia de la ciudad
Un barrio con apenas luz, es un lugar que incita a la tristeza. No sólo las luces de Navidad nos estimulan para bien a la hora de realizar nuestras compras o dar un paseo por una zona concurrida.
En muchos barrios, las tiendas de comestibles, los bares, el comercio que vende ropa..., genera un ambiente óptimo para las compras diarias o semanales, pero también para esos pequeños detalles que regalar durante las fiestas.
El pequeño comercio no sólo es atractivo por su cercanía sino porque quienes están detrás del mostrador, por norma general suelen conocer a los vecinos y el trato, eso que tanto valoramos como experiencia de compra, siempre será más agradable.