Porque son personas igual de válidas que tú y yo. Así de sencillo y de simple. Una vez más menciono la película "Campeones", una prueba más de que la normalidad empieza por ver a un hombre o una mujer con síndrome de Down, por poner un ejemplo como un trabajador más.
Contratar a una persona con una discapacidad es apostar por la igualdad, por romper con los estereotipos y sobre todo, por dar una oportunidad a una persona en el ámbito laboral, ya que se esfuerza y es igual de válida que otra.
Empresas que apuestan por romper barreras
Si por mucho que una persona con una discapacidad intelectual o física, luche y se esfuerce al igual que tú que estás leyendo estas líneas, pero al buscar trabajo encuentra más obstáculos, algo falla todavía en el mercado laboral.
No conozco a dos personas iguales. Por lo que hablar de discapacidad ya es un error. Y yo lo he cometido. Todos tenemos límites, cosas que somos incapaces de hacer y que no lograremos nunca. Pero ellos son una buena opción para las empresas y algunas, cuentan con hombres y mujeres con síndrome de down, que ejercen su trabajo tan bien como cualquiera.
Es un buen trabajador, lo único que debe importar
Si hemos tenido la oportunidad de convivir o de ver crecer a un chico o una chica con algún límite, también podremos corroborar que su capacidad para ser uno más, estudiando, aprendiendo, haciendo deporte y sencillamente siendo mejor persona, es asombroso.
Las asociaciones que se dedican a apoyar a Felipe, a María o cualquiera que lo necesite, tienen un rasgo común: destacar lo que este año Down España no ha dejado de proclamar: #Auténticos.
Después de ver este vídeo, ¿hacen falta más razones para pensar si contratar o no? Ni sobreprotección, ni hablarles como si fueran niños, llegó la hora de normalizar a los protagonistas del vídeo que representan a muchos futuros trabajadores igual de válidos.
En Pymes y Autónomos|La mayor discapacidad es la de no saber detectar al capacitado
Imagen|Geralt