Hace unos días me llegó una información acerca de un sondeo realizado, por el portal de internet Trabajando.com, entre más de tres mil personas para conocer el comportamiento de los trabajadores españoles con respecto a sus vacaciones estivales. El resultado que presenta me resulta poco convincente.
Según el sondeo realizado el 83% de los trabajadores españoles no disfrutarán de vacaciones veraniegas este año, argumentando dos razones, la económica, ya que no cuentan con los recursos disponibles para hacerlo, en cuyo caso no hay dicusión posible. La otra razón, es el temor a perder el empleo.
Sin entrar a analizar la reforma laboral, ni el escenario macroeconómico y empresarial que se presenta, lo que es incuestionable que la gente, para estar en su nivel óptimo de rendimiento, debe de descansar o desconectar de sus tareas cotidianas. Evidentemente cuando desconectar lleva implícito un estado latente de estrés por la incertidumbre de lo que uno pueda encontrarse a la vuelta de vacaciones, el objetivo que se persigue no se consigue.
Realmente no me convence la cifra de que solo el 17% de los trabajadores vayan a coger vacaciones, pero sí que me resulta bastante creíble que por la situación actual la gente se vaya de vacaciones no consiga dejar de lado las preocupaciones cotidianas. Realmente esta situación no beneficia a nadie, ni al trabajador, porque no descansa, ni a la empresa que lo que menos le puede interesar es tener trabajadores estresados y fatigados por sus consecuencias en su rendimiento y productividad.
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