Aunque podamos ver la prevención de riesgos laborales como un gasto, o como una simple obligación burocrática, la implantación de la misma a nuestra actividad económica puede conllevar muchos beneficios. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
Implantándola desde el inicio de nuestra empresa nos puede ayudar a instaurar unos protocolos de trabajo con los que ganar en eficacia, productividad y seguridad.
Favorece la eliminación de riesgos y situaciones de peligro a nuestros trabajadores. Con ello, tendremos menos bajas por accidentes, y por lo tanto menos ausencias en el puesto de trabajo por lo que podremos alcanzar nuestros objetivos empresariales.
Supone una retribución emocional para el empleado, pues "el empresario se preocupa por mi".
Es un ahorro de costes para la sociedad en general, y ya no hablamos sólo de costes económicos, el coste de una vida es incalculable. Un accidente de trabajo o una enfermedad profesional que ocasione el fallecimiento de un empleado o una prestación por incapacidad o invalidez tiene múltiples consecuencias, para su familia y amigos, en prestaciones de la seguridad social, seguros de vida, sanciones y recargo de prestaciones a cargo de las empresas...
Moralmente es inaceptable permitir la existencia de cualquier riesgo laboral que pueda ocasionar un peligro a un empleado.
Así pues, a la hora de realizar nuestro proyecto empresarial, debemos incluir un apartado que comprenda la implementación de la prevención de riesgos laborales, pues a parte de ser legalmente exigible, nos puede ayudar a desarrollar nuestra actividad de manera más eficaz, nos ahorrará costes debidos a rectificaciones posteriores, los trabajadores sabrán que la prevención de riesgos laborales forma parte de su tarea, y finalmente, porque ética y moralmente tenemos la obligación de evitar cualquier daño a nuestros trabajadores.
Foto: Superdecor