Tras los acuerdos alcanzados por los países pertenecientes al Euro en Bruselas en los últimos días, y el 'nuevo plan de recapitalización' de la banca, se desprenden importantes consecuencias para el tejido productivo nacional, con especial incidencia en la financiación de las pequeñas y medianas empresas.
En esencia, este nuevo plan de recapitalización, requiere a las grandes entidades financieras mayores esfuerzos para la generación de capital de primera categoría ante un probable deterioro de la solvencia española, pero, ¿en qué puede afectar esta medida a las empresas?
Pues como consecuencia de este objetivo de recapitalización, la banca tendrá las manos un poco más atadas, puesto que podrá destinar menores recursos a la inversión crediticia al necesitar respaldar su negocio vía más capital, es decir, que concederán menos préstamos, ahogando un poco más si cabe a las pequeñas y medianas empresas, especialmente a las más apalancadas o con mayores necesidades de liquidez.
Como podrán comprobar, este acuerdo es todo un jarro de agua fría sobre la economía española, y ojalá me equivoque, pero complicará aún más la generación de beneficios por parte de las empresas, y por extensión, retrasará nuestra salida de la crisis. Tal vez no se han tenido en cuenta estas consecuencias, olvidando que si las empresas se encuentran con un entorno aún más deteriorado, posiblemente podamos mejorar problemas de orden macro como el desempleo o la crisis fiscal. ¿Nos conducirá esta imposición a una nueva recesión? Desgraciadamente sí.
En Pymes y Autónomos | ¿A quién se le tiene que dar crédito? Imagen | lawriecate