Para el caso de autónomos, certificado de encontrarse al corriente de pagos con la seguridad social y con hacienda. También incluiremos los ceritifcados de inexistencia de deudas por cada cuenta de cotización que tenga la empresa.
Este punto es básico. Si tenemos alguna deuda en ejecutiva, debemos solicitar primeramente su aplazamiento, porque esto sólo es motivo de denegación de la solicitud de préstamo. Además, no está de más adjuntar el mismo certificado para nuestra comunidad autónoma y ayuntamiento, aunque estos suelen tener menos importancia relativa.
Situación en registros o ficheros de impago. En este punto, lo ideal es no tener nada inscrito en RAI, ASNEF o similar. Si tenemos alguna deuda que no queramos o tengamos la intención de cancelar voluntariamente (facturas de telecomunicaciones por ejemplo o pagaré devuelto por incumplimientos contractuales) tenemos que demostrar los motivos fehacientes por lo que no hemos pagado.
Dígase copia de las reclamaciones a la compañía de teléfonos, copias de burofax o referenciar el pleito que tengamos abierto por esos impagos. Hablando de juzgados, si tenemos alguna ejecutoria pendiente y ésta aparece por algún lado, probablemente estemos perdiendo el tiempo solicitando un crédito hasta que no cancelemos esa deuda.
La inmensa mayoría de entidades nos van a solicitar el aval personal nuestro o de terceras personas. Para estos casos, es conveniente que bien adjuntemos un dossier adicional por cada avalista que dispongamos. Estos dossieres van a ser menos extensos, pero deben incluir la misma información fiscal, patrimonial y financiera.
.Toda esta información se tiene que presentar ordenadamente, encuadernada a ser posible y con un mínimo de presencia. A partir de este punto, la pelota está en el tejado del banco, pero así se trabaja más rápido y mejor.
Imagen|Pixabay
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