Los ‘cantos de sirena’ sobre la recuperación económica continúan. Desde el Ejecutivo se estima que se saldrá de la recesión en el tercer trimestre del año, con un crecimiento aún débil. Sin embargo, en los datos económicos que se van conociendo, el consumo sigue sin despegar. Una de esas clarificadoras cifras es la referida al balance de las ventas minoristas: menguaron un 2% en julio respecto al mismo periodo de 2012.
Los números rojos aún tiñen los balances de ventas del comercio minorista de nuestro país, cinco años después de que comenzarán los problemas. Lo llevan haciendo durante 37 meses consecutivos, lo que da una idea del durísimo impacto que ha tenido la crisis en el consumo de las familias y las empresas.
Sin embargo, es justo decir que existe una ralentización de la caída. Según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la reducción ha pasado del -6,8% que se registró en junio al -2% del pasado mes. Eliminando los efectos estacionales y de calendario en el consumo, la tasa de mejora no es tan alta: se pasa del -4,9% al -3,8%.
La alimentación, como sector de primera necesidad, se redujo algo menos de un 1%, mientras que el resto bajaron casi un 4%. Pese a lo que se pueda pensar a priori, las grandes superficies se resintieron más (-3,7%) que las pequeñas cadenas (-3,2%) y las empresas unilocalizadas (-2,4%).
Puede que el crédito fluya para las empresas y que las cifras macroeconómicas se corrijan, o que se apruebe un Plan Integral de Apoyo a la Competitividad del Comercio Minorista... Pero lo realmente decisivo es que haya mercado para las pymes y los autónomos. El consumo interno debe recuperarse y eso, por ahora, no ha llegado.
En Pymes y Autónomos | La competitividad del comercio minorista, La morosidad en los comercios lleva cayendo más de un año, Las bazas del pequeño comercio frente a las grandes superficies Imagen | Fortimbras