Más de 400 emprendedores mayores de 50 años, con un total de 204 proyectos validados, se han presentado a la II edición de los Premios +50 Emprende, esta era la noticia hace unos días. Lo más llamativo su ganador: un hombre de 63 años junto a su proyecto para poner fin a la inseguridad del mercado de las jeringas y dar solución a este problema público de salud mundial.
Me pongo en tu lugar: ¿Tengo el conocimiento suficiente para emprender? ¿Y si me falta una idea o peor aún, capital? Son preguntas normales, sobre todo en el contexto actual. Pero, por fortuna existen multitud de lugares donde no sólo te forman para que emprender no sea una idea sin pies ni cabeza ni un plan de negocios detrás.
Asesoramiento, tutorización y acompañamiento en la aventura de emprender con más de 50 años
Emprender a partir de los 50 es una aventura apasionante, no exenta de mucho esfuerzo, de momentos de desánimo y frustración, pero que compensa todo lo negativo cuando te cruzas con alguien y te dice, yo creo en ti. Y eso sucede en programas de emprendimiento que lanzan asociaciones empresariales en cada provincia.
No es fácil, no se trata de querer que de la noche a la mañana, nuestro proyecto aparezca en los medios. Hay que hincar los codos, estudiar, formarse y dejarse ayudar (algo que no siempre resulta fácil) La creatividad y la ilusión por mejorar no entiende de edades, y esa idea de que los mayores de 40 no saben de qué va internet no es del todo cierta.
Emprender por necesidad puede ser el punto de partida pero no la base de un futuro negocio
Muchas personas a partir de los 45 lo tienen más complicado para incorporarse al mercado laboral, si han sido despedidos. A veces, por la poca visión de las empresas, otras porque a esa persona se le hace creer que sólo existe oportunidades entre los 20 y los 35 años, cuando en este segmento de edad también hay desempleo. ¿Qué hacer?
La respuesta es sencilla. Si tienes una idea o piensas que puedes aportar a un equipo que sí la tenga, da el paso y busca todas las posibilidades que existen en tu ciudad. Sobre todo, gratuitas y que vayan de la mano de profesionales que buscan talento y transformarlo en un negocio rentable. Aún hay esperanza después de cumplir los 40.
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