LLevamos unos años, especialmente desde 2012, en el que la fuga de talentos, o dicho de un modo más realista, la emigración masiva de jóvenes desanimados por la situación de un país que cada día que pasa ofrece menos oportunidades ni de presente ni de futuro, es una de la consecuencias más tangibles de una crisis económica demasiado duradera y sin visos de resolverse.
En este contexto, llama poderosamente el informe que acaba de publicar Randstat, "Into the Gap"(PDF), en el qeu se indica que para 2020 se habrán creado en España 4 millones de nuevos puestos de trabajo que requerirán de una alta cualificación. Para ese año finalizarán sus estudios y accederán al mercado laboral español 2,1 millones de nuevos talentos, y 500.000 desempleados con talento serán recuperados para el empleo, pero España también perderá a unos 540.000 que se jubilarán.
Según el pronóstico de Randstat, España presentará una brecha de empleo de 1,9 millones de trabajos altamente cualificados, que permanecerán sin cubrir bien por un desajuste cuantitativo, porque en determinados sectores haya menos trabajadores disponibles que puestos de trabajo, o bien por un desajuste cualitativo, porque las habilidades de los trabajadores no se correspondan con las demandas de las empresas.
Las recomendaciones que se hace en este informe para ajustar la oferta y la demanda en España está, por un lado, adecuar la educación superior para atender a la demanda futura de mano de obra y aumentar la eficacia de las políticas activas del mercado de trabajo. Asimismo, el estudio apunta a que es imprescindible revisar las prioridades de gasto y reasignar fondos para apoyar el acceso a la financiación para las pyme,la investigación, la innovación.
Como indicaba al principio un informe realmente sorprendente en el panorama actual, aunque no deja de ser un pronóstico y, como tal, puede acertar o puede que no tenga nada que ver con el futuro.
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