Todos hemos sufrido en nuestras propias carnes situaciones desagradables con nuestros superiores más inmediatos. Bien sea por estrés laboral, por una bronca que no compartíamos o simplemente porque esta persona no nos caía bien, todos hemos pensado alguna vez en dejar nuestro empleo e incluso el trabajo por cuenta ajena en general y establecernos por cuenta propia.
Sin embargo, aunque este pensamiento esté muy presente dentro del colectivo laboral, son pocos los que finalmente se deciden a dar el paso y hacen realidad su primera aventura empresarial. Por ello, Amway y la Universidad de Munich han elaborado por tercer año un estudio en España para responder a los interrogantes que se plantean en torno al autoempleo.
La primera conclusión que se desprende del estudio es que la principal razón para emprender es la posibilidad que nos brinda trabajar de forma independiente y convertirnos en nuestro propio jefe (46,1%), razón que es especialmente importante para la población más joven (53,5%). El sentimiento de autorrealización (31,2%) y la posibilidad de volver al mercado laboral y huir del desempelo (25%) son otros de los motivos que impulsan a los encuestados a constituir su propia empresa.
Sin embargo, pocos son los que dan el paso definitivo. El miedo al fracaso es el obstáculo principal, con casi el 80%, mientras que casi el 50% de los encuestados ven la crisis económica como el freno principal al emprendmiento. A nivel global, las cargas financieras son el principal impedimento a la hora de presentar un proyecto.
A pesar de la actitud positiva mostrada por la mayoría de españoles sobre el emprendimiento, el 63,8% de ellos considera que la sociedad española brinda un apoyo insuficiente a la actividad emprendedora, y demandan mayores fondos públicos y ayudas para startups como la principal baza para incentivar la creación de empresas.
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