A la espera de que las mejoras que se comienzan a apreciar en la macroeconomía se traslade a la mejora en la economía real, y por ende a las empresas, el número de insolvencias empresariales sigue escalando, cumplimentando una lista sin fin que no encuentra cotas de estabilización.
Así lo demuestran los resultados del Baremo Concursal que ha elaborado la firma de consultoría PwC, en el que se apuntan 8.716 insolvencias, confirmando que estas se han incrementando en un 20 % el pasado año de 2013 respecto al ejercicio precedente.
Si desgranamos este dato por sectores de actividad, se destacan los sectores de la construcción y de actividades inmobiliarias, que suponen cuatro de cada diez solicitudes de concursos de acreedores, mostrando que el ajuste de estos sectores no ha culminado.
Aunque es cierto, que en algunos casos los administradores concursales consiguen reflotar las empresas que se encuentran en esta situación, en la mayoría de los casos la situación resulta irreversible por el lastre que supone la falta de liquidez y el escaso margen para reactivar las operaciones en aquéllas empresas en las que las líneas de negocio que han explotado no tengan salida en el nuevo escenario económico y empresarial.
En Pymes y Autónomos | La creación neta de empresas, al fin, positiva Imagen | Daquella Manera