que seguro que te da la solución, porque a los promotores de Andalucía se la ha puesto en bandeja. Les ofrece convertir en VPO todas aquellas promociones que tienen en curso o finalizadas y no consiguen colocar en el mercado.
A esto se le llama clase de economía. Si la demanda cae, baja el precio hasta que se ajuste el mercado. ¿Que ventajas tiene esto? Para los promotores, ganar menos o perder poco, aliviar la carga financiera que actualmente soportan, y garantizarse la venta de los inmuebles.
Como contrapartida, imagino que al proceder a la calificación como VPO de dichos inmuebles, los promotores gozarán de las exenciones que ello conlleva, convertirán los hipotecarios de promoción en préstamos de financiación cualificada, y ajustarán los gastos incurridos por las licencias.
Genial para todo el mundo, porque los promotores se quitan el problema del medio, los políticos se apuntan las medallas del VPO y los españolitos de a pie pueden comprar una vivienda a unos precios razonables.
Ahora bien, ¿se podría hacer esto mismo en otros sectores con dificultades? La respuesta es NO. No, porque si el comercio textil por ejemplo cae en picado, la administración no va a articular ningún mecanismo para proteger a la pyme. Si tu negocio vende menos, o simplemente no te puedes permitir reducir el margen no te queda otra alternativa que cerrar.
Si en nuestros comercios hemos habilitado una póliza de crédito para comprar la ropa que esparábamos vender, y resulta que no la vendemos por las circunstancias que sea, tenemos dos opciones: O le pagamos al bano o le pagamos al banco, porque ningún político se va a preocupar de nuestras empresas si ellas no generan votos.
Via | Diario Ideal