Las quejas de los emprendedores sobre la falta de crédito o financiación para empezar un negocio son continuas. Es evidente que se necesita un estímulo y un impulso económico para poner en marcha muchos proyectos que buscan su espacio en el mundo empresarial.
Por otro lado se oyen comentarios de inversores profesionales sobre lo díficil que es encontrar proyectos por los que apostar. Rodolfo Carpintier, uno de los inversores privados más importantes de nuestro país, manifestó recientemente en un evento que "Hay más dinero que buenos proyectos con buenos emprendedores" y hoy mismo en un post en su blog afirma que "Cada vez que participamos en una empresa y vemos al equipo gestor nos damos cuenta de la poca gente que existe capaz de gestionar bien una empresa de Internet". El otro día en twitter otro conocido inversor se quejaba, ante cierto comentario recibido que "tú que me criticas por no haber invertido en tu empresa, ¿te has parado a pensar como me ibas a devolver mi dinero?".
En el momento en que una persona decide introducirse en el mundo empresarial debe tener en cuenta que para conseguir la confianza de las personas que puedan apoyar económicamente a su negocio, ha de aportar, en primer lugar, una serie de valores añadidos a lo que se supone un planteamiento de negocio de éxito. Veamos algunos consejos sobre como hacerlo.
Lo primero es ser lo suficientemente objetivo y coherente para poder valorar si lo que uno se plantea como un negocio de éxito lo es en realidad o es sólo una ilusión. No todas las iniciativas son financiables o atractivas para un inversor y el emprendedor, por muy convencido que esté de su magnífico proyecto debe considerar que un negocio se mide por su posibilidad o certeza de rentabilidad y en eso subjetividades las justas.
Lo segundo es plantearse que toda persona que apueste por nuestro proyecto quiere obtener un retorno por su apuesta y nosotros debemos ofrecerselo. El emprendedor ha de saber perfectamente cuánto dinero necesita, para qué lo necesita y cómo piensa generar recursos para el mantenimiento de la empresa y devolver al inversor el dinero aportado.
En tercer lugar tienen que haber una capacidad evidente del equipo que forma parte de la empresa para liderar y gestionar el negocio. Una magnífica idea con un gran desarrollo empresarial puede irse al garete si las personas que lo ejecuten no están capacitadas para ello.
Y cuarto, el emprendedor ha de comportarse desde el minuto uno como un profesional. Ayer mismo leí otro comentario en twitter que decía "emprendedor cancela reunión de mañana por ser medio festivo", a lo mejor prefiere irse de paseo y tener la reunión con un inversor en otro momento. En otras ocasiones la mayor parte de las partidas presupuestarias de los proyectos se dedican al pago de salarios de los promotores, un auténtico profesional debe tener en cuenta que su retribución ha de salir de los frutos de su trabajo y un inversor no va a poner dinero para pagar sueldos de personas que todavía no han demostrado su capacidad para llevar el negocio a buen puerto.
En Pymes y Autónomos | Los criterios de un inversor Imagen | ArchiM