La importancia de la planificación es hoy por hoy indiscutible ya que es una de las políticas estratégicas fundamentales para alcanzar objetivos futuros. Aún así no siempre tenemos claro por dónde empezar y qué pasos seguir para alcanzar nuestras metas.
Imaginen a un futbolista que desea triunfar. Es capaz de visualizarse en un gran estadio marcando goles increíbles y sintiendo el calor del público. Resulta una visión que le llena de emoción y ganas por conseguirlo. ¿Alguna vez se ha imaginado logrando el éxito? Si es así puede que haya sentido cómo dicho deseo se torna en frustración cuando no sabe la manera de lograrlo. ¿Estas caminando en la dirección correcta? Hay dos herramientas que me parecen interesantes para evitar esta duda.
Siguiendo el símil futbolístico algunos pensaran que para lograr el éxito deben seguir el camino de sus ídolos pero esto no siempre es sinónimo de éxito. Las circunstancias nunca son las mismas. ¿Por qué no escribir nuestra propia ruta? Quizás por no saber cómo hacerlo. Tenemos que ser conscientes de las herramientas de planificación existentes y de que aunque la sensación de éxito siempre es la misma la forma de lograrlo difiere notablemente. (De hecho las diferencias son las que nos hacen especiales y nos aseguran un buen porvenir).
No nos equivoquemos, el éxito empresarial es distinto al deportivo (individual). La planificación no sigue la misma pauta principalmente por la necesidad de “coordinación”. En ambos casos un análisis DAFO es una herramienta importante pero hoy quiero hablar de otros útiles.
Existen dos herramientas que personalmente me parecen indispensables para la realización de una planificación efectiva y trasparente pero también soy consciente de lo poco que se utiliza en las empresas. Seamos sinceros: seguimos llevándonos por la improvisación y pensamos que la adaptación a circunstancias cambiantes es tan importante como lo es en la teoría de la evolución. Lejos de querer contradecir esto lo que pretendo es decir que una cosa no está enfrentada con la otra: Adaptarnos a cambios sin una planificación nos puede hacer perder el rumbo.
El CPM (Critical Path Method o Método de la Ruta Crítica de la corporación DuPont ) junto con los diagramas de Gantt son herramientas muy visuales y esclarecedoras que nos ayudarán a ver el futuro no solo como una meta sino como una consecución de pasos y plazos que nos acompañarán hasta el éxito. Esto se basa en determinar los pasos intermedios para lograr un fin calculando el tiempo de consecución de cada uno y descubriendo de qué otros procesos depende así como a qué departamentos afecta, qué medios se verán comprometidos, la formación necesaria, redimensionamiento de plantillas etc… Toda esta información plasmada en un diagrama de Gantt nos mostrará gráficamente el camino y con el cálculo del CPM obtendremos los procesos críticos que debemos controlar con especial atención para cumplir plazos y establecer márgenes.
Con la confección correcta del plan la frustración podrá ser convertida la ilusión pues sabremos por dónde estamos caminando sin perder nuestro objetivo de vista. De igual modo (gracias al sistema de comunicación interna necesario para la confección del plan) supone el compromiso de todas las partes implicadas.
Existen herramientas informáticas destinadas a facilitar la planificación como podría ser el Gantt Proyect o Gantter.com (gratuitas) y otras para CPM pero no es complicado realizarlo a mano o mediante hojas de cálculo a no ser que se trate de un objetivo a muy largo plazo o que implique una ramificación difícil de controlar. Viendo el camino que hay por delante, podemos centrarnos en jugar el partido de hoy.
En Pymes y Autónomos | Planificación Imagen | Germán R. Udiz