Hemos hablado en otros post del peso y la importancia de la empresa familiar en el tejido empresarial español, importancia que aumenta en las pymes, donde aproximadamente el 75 % son empresas familiares. Podemos definir brevemente qué es una empresa familiar, término razonablemente sencillo de entender. Se define a la empresa familiar como aquella en la que la mayoría del capital social esta en manos de una familia y permite el control de ella.
Podemos hablar mucho sobre las ventajas y desventajas de las empresas familiares. Entre las principales ventajas encontramos un tratamiento fiscal provechoso en el caso de transmisión, menor necesidad de reparto de beneficios al no existir socios externos, visión a largo plazo, etc.
También presentan sus inconvenientes, el hecho de tener que elegir la figura del sucesor entre los distintos miembros de la familia, la forma de distribuir roles y poderes dentro de ella y otros inconvenientes que podemos considerar más empresariales y menos familiares; la confusión del patrimonio empresarial o familiar y la dificultad para distinguir y compaginar los intereses de la familia con los de la empresa. Estas circunstancias son en las que se desenvuelve el día a día de las empresas familiares y hace que el dicho “la primera generación la crea, la segunda la mantiene y la tercera la hunde” sea, en gran medida, cierto.
Para evitar esta situación y conseguir que la empresa tenga una continuidad en el tiempo, una opción es comenzar a apostar por estructuras accionariales no-familiares, como comentó Remo en un post anterior. Otra opción, si no se quiere o no se puede tener por compañeros de viaje a personas ajenas a la familia es establecer unos modos de actuación aceptados por todos los miembros que busquen como objetivo fundamental el mantenimiento de la empresa. Así, cada vez están mas extendidos los pactos internos entre los socios, incluso entre familiares no socios. Estos pactos son lo que llamamos Protocolo Familiar, que pasaremos a analizar en el siguiente post.
En Pymes y Autónomos | Las empresas familiares y todos sus fallos de diseño Imagen | Lee Russell