Como traté en mi post anterior, en determinadas circunstancias y ante la necesidad de obtener dinero para nuestra empresa o nuestro proyecto de empresa, podemos optar por obtener capital a través de inversores privados.
La llegada de un inversor a nuestro negocio tiene, en muchas ocasiones, implicaciones distintas a las meramente económicas, sobre todo si cedemos parte de las acciones o participaciones de nuestra sociedad a cambio de esa aportación de capital.
Es muy importante haber determinado, anteriormente, las responsabilidades y el ambito de actuación del inversor en la actividad normal de la empresa. Ceder ciertas parcelas de esa actividad a alguien, a cambio de una aportación económica, debe servir para obtener esa ventaja económica pretendida, pero tambien para mejorar la competitividad del negocio en aquellas parcelas distintas a la económica en las que puede o va a intervenir el inversor.
Por este motivo el inversor debe seleccionar a la empresa en la que colocar su capital, pero la empresa también debe seleccionar al inversor que va a entrar en el negocio y el impacto de su llegada a nuestra organización. Si el inversor va a formar parte de nuestro equipo, debe integrarse en él y ser una parte más de nuestro engranaje. Ni el hecho de haber hecho esa aportqción económica le debe dar más derechos de los establecidos en su momento, ni le debe de eximir de la responsabilidad de sus actividades.
Por eso se ha de establecer muy claramente esos ámbitos de actuación, lo que aportará, lo que recibirá a cambio y, no menos importante, cómo y cuando abandonará la empresa. Los inversores profesionales no pretenden mantenerse indefinidamente en las empresas en las que invierten. Su horizonte de permanencia no suele ir más allá de los 5 años, por eso suelen dejar muy claro cuáles son sus expectativas y las condiciones para su abandono del proyecto.
En una charla de un conocido inversor profesional, éste fue analizando las pautas a seguir para enfrentarse, como emprendedor, a la situación de ofrecer su proyecto a los inversores. Después de un buen rato, tras responder a varias cuestiones, uno de los asistentes le dijo, "mi problema es distinto, yo no quiero saber cómo conseguir un inversor, sino la manera de deshacerme de él".
Como ya comentamos en otro post los negocios los hacen las personas, por eso a la hora de incorporar a un inversor a nuestra empresa hay que dejar muy claras las condiciones de la entrada, la permanencia y la salida del mismo.
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