Leer una nómina se ha convertido para muchos como descifrar un jeroglífico. Hay demasiados conceptos, muchos números sin aparente conexión entre sí y un montón de cálculos que no sabemos para qué se hacen. En muchas ocasiones, es incluso difícil saber por qué nos descuentan lo que nos descuentan cada mes.
Hacienda y la Seguridad Social tienen mucho que decir en esta ecuación. Mes a mes, los dos principales organismos de recaudación en España nos quitan una parte de nuestro salario, en concepto de tributación por IRPF y de cotización laboral, respectivamente. Sin embargo, las bases sobre las que se aplican los porcentajes de retención rara vez es el mismo.
¿A qué se debe esto? Pues precisamente a la forma en la que se obtienen ambas bases. Así, mientras la base del IRPF se calcula teniendo en cuenta toda la remuneración del empleado y restando aquellas rentas exentas del pago del IRPF (fundamentalmente, los pagos en especie), para calcular la base de cotización se tienen en cuenta todos los abonos, incluyendo rentas en especie.
Pero, además, en el caso de las bases de cotización, se tiene en cuenta la cuantía de las pagas extra prorrateadas. Es decir, la cuantía correspondiente a la paga extra se va distribuyendo entre las diferentes nóminas del año. Esta es la razón por la que, según el convenio empresarial que rija en ese momento, las pagas extras son de mayor cuantía, en neto, que el resto de pagas del año.
Por eso, a la hora de leer una nómina, conviene tener en cuenta cómo se calculan los números para no tener sustos posteriores.
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