Vamos a hablar sin tapujos: que los autónomos tengamos que pagar tipos impositivos superiores al cuarenta por ciento es un “robo”, un “robo” legal perpetrado por la más grande empresa de todas: los estados del bienestar (o mejor dicho, el bienestar de los estados).
Y esto que digo aplicado al tipo impositivo más alto, también es aplicable a aquellas personas y profesionales autónomos que pagan impuestos en base a tramos inferiores, y a las empresas que se ven “expoliadas” con el impuesto de sociedades. Y es que todo pago de impuestos superior a un tipo impositivo mínimo (no más de un 4 o 5% a mi entender, o como máximo un 10%), deja de ser una contribución necesaria a mantener una minima infraestructura común y pasa a ser un “atraco a mano armada”, para que unos vivan a costa de los otros.
Una empresa, un autónomo o una persona tienen que verse incentivadas a producir y a obtener los máximos beneficios posibles de lo que sea capaz de producir, no tiene que verse “coartado”, “coaccionado” y limitado en la obtención de beneficios. Y mucho menos cuando los obtiene verse “asaltado” por aquellos que quieren ser muy solidarios y muy buenos seres humanos. Muy buenos y humanos sí, pero con el dinero de los otros.
Reitero mi más absoluta critica y desprecio hacia un sistema que penaliza a los que producen, a los empresarios y a los autónomos, y beneficia a los que quieren vivir a coste de estos y envidiando a estos. Y reitero mi más plena admiración a todos aquellos sistemas y mecanismos legales que ayuden a mitigar la factura fiscal, la factura de la vergüenza.
En Pymes y Autónomos | El Congreso rechaza rebajar los impuestos a pymes y autónomos
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