Hay una práctica que muchas empresas han utilizado en los últimos años para abaratar los costes salariales con los contratos temporales y por horas. Se trata de contratar el lunes y despedir el viernes. Y el lunes de la semana siguiente se vuelve a dar de alta al trabajador. Con ello se ahorran fundamentalmente las cotizaciones de estos días. Y es aquí donde la Seguridad Social quiere corregir este tipo de actuaciones para que despedir el viernes para volver a contratar el lunes tenga penalización.
Y tendrá que ser suficiente para que este tipo de comportamientos no salga rentable. Se trataría de establecer una tasa por bajas de los contratos que hiciera inviable este tipo de altas y bajas rápidas. No se cobraría la tasa sobre todas las bajas, sino solo aquellas que tuvieran el componente de alta rotación.
Veremos que ocurre porque si no se arma bien la norma en lugar de contratar el lunes muchas lo acabarán por hacer otro día de la semana, el martes o despidiendo el jueves para de esta forma saltarse la penalización. Tendrán contratados a los trabajadores cuatro días, en lugar de cinco. Lo mismo podemos decir con puentes y fiestas varias, de las que casi cada mes tenemos una.
Es un problema endémico, que no ocurre en otros países de nuestro entorno. Y tiene que ver con la alta temporalidad que hay en el mercado laboral español. Pero cuidado que no es solo algo de "la empresa española" sino que lo vemos también aplicado en algunas administraciones que tienen que contratar personal temporal como educación o sanidad.
El principal problema para la Seguridad Social es una merma de ingresos importante. Para los empleados al tener menos días cotizados a la hora de cobrar una prestación de desempleo tendrán que tener más días trabajados. Si normalmente en un mes se cotizan 30 días, con este modelo serían unos 21 o 22 en el mejor de los casos.
Hay que tener en cuenta que ya se ha introducido alguna medida para evitar este tipo de comportamientos, como un aumento de la cotización del 40% para los contratos de menos de cinco días de duración, que igualmente no basta para evitar este tipo de comportamientos. Veremos si la tasa de penalización acaba con la rentabilidad de este tipo de prácticas para las empresas.
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