El Consejo de Ministros, celebrado ayer, aprobó el envío a las Cortes del Proyecto de Ley de Regulación del Juego. En él se desarrolla la regulación de las actividades relacionadas con el juego y que se desarrollen a nivel estatal a través de medios electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos. El único caso en el que no se aplicará esta regulación será el de la lotería.
El objetivo es proporcionar seguridad jurídica a los operadores del mercado y aumentar la protección sobre los usuarios de este tipo de servicios. Para ello se pone bajo control toda actividad de organización, explotación y desarrollo de juegos de azar de ámbito estatal realizada a través de medios electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos, así como las acciones publicitarias vinculadas a dicha actividad.
Se prevé la creación de un órgano regulador en la Administración del Estado, la Comisión Nacional del Juego, que será el encargado de la supervisión del cumplimiento de los requisitos fijados a los operadores, de la concesión de licencias y autorizaciones, y de garantizar el correcto funcionamiento del sector del juego y el cumplimiento de la normativa vigente. También le corresponderá la aplicación del régimen de infracciones y sanciones que establezca la futura Ley.
La Ley creará, además, un régimen fiscal específico para estas actividades, que gravará la autorización, celebración y organización de las diferentes modalidades de juego que puedan explotar los operadores habilitados, con la excepción de las loterías, que no estará sujeto al nuevo Impuesto sobre Actividades de Juego. La totalidad de los ingresos que se recauden por actividades de juego "on line" se destinará a las Comunidades Autónomas.
Como todo lo relacionado con internet, reglamentar ciertas actividades se hace tarea complicada. Esta nueva norma tiene por objetivo la regulación de empresas que operen en ese sector y que está radicadas en España y su impacto sobre operadores que ya están trabajando y que lo hacen desde otros países puede ser mucho menor.
Ese es el quid de la cuestión. Una normativa demasiado exigente puede impedir que surjan operadores españoles en este tipo de actividades, por la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones con los extranjeros que, en materia fiscal estarían en una posición de privilegio sobre todo si se aprueba la propuesta de que se tributen por los ingresos brutos y no por los beneficios de la actividad, esto es lo que está ocurriendo en Francia.
Otros temas delicados son los de la publicidad y la protección de los usuarios. Estaba previsto que se exigieran sistemas que controlen que los menores no puedan acceder a estos servicios y además evitar la incitación al juego y, por otro lado, también se establecieran las medidas necesarias para impedir la realización de publicidad de estas actividades por cualquier medio.
El tema de la publicidad puede chocar con los intereses de determinados colectivos, principalmente el fútbol. La prohibición de la publicidad de las apuestas por internet puede suponer una gran merma de ingresos, incluso hay operadores patrocinando equipos profesionales, además la Liga de Fútbol Profesional ha anunciado que defenderá los intereses de todos los equipos para obtener un porcentaje de las apuestas relacionadas con ese deporte.
Vamos a ver el contenido de esta Ley una vez que se apruebe porque el tema es más complicado de lo que puede parecer a priori se miueve mucho dinero en este tipo de actividades y hay muchos intereses alrededor.
En Pymes y Autónomos | La fiscalidad española de los juegos de azar en Internet Imagen | Davide Restivo