Un caso muy común en el desarrollo de una reunión de equipo, alguien expresa una opinión, otro responde a ese comentario, dando paso otra persona sutilmente a otro tema.
En este momento, todo el mundo empieza a intervenir en ese nuevo punto con un peso tal que la reunión acaba por desviarse por completo del programa previsto.
Incluso si todo está relacionado con el orden del día, un equipo pierde impulso cuando la gente comienza a generar diferentes conversaciones sin llegar a una conclusión.
Sin embargo, no es difícil mantenerse enfocado con esta simple regla. Cuando aparezca un nuevo problema o tema, asumir la responsabilidad de asegurarse de que la cuestión actual se ha resuelto antes de que el equipo se traslade a tratar un nuevo tema.
A menudo esto significa escuchar a todos en la reunión, aunque sólo sea para saber si están de acuerdo con lo que se está proponiendo.
De hecho, en muchas reuniones surgen nuevos temas que no se pueden abordar por insuficiencia de datos y que no pasan por ser meras especulaciones, en estos casos, lo más conveniente es emplazar a los asistentes a la próxima reunión para tratarla con datos sobre la mesa y evitando discutir sobre especulaciones innecesarias.
Por ejemplo, si usted dice: "Dada nuestra discusión, yo creo que no debemos ajustar nuestro plan hasta que veamos los datos financieros del primer trimestre", lo siguen preguntando: "¿Hay alguien que tiene alguna preocupación acerca de hacer eso?"
Imagen | Unsplash En Pymes y Autónomos | El modo adecuado de atajar las discuiones en las reuniones