Vivimos en un país en el que el ‘presencialismo’ gana la partida por goleada al teletrabajo. Lo hemos dicho en muchas ocasiones y las cifras no dejan lugar a dudas. Pero, al margen de las reticencias de las administraciones y las empresas, ¿qué dificultades encuentra, en realidad, quien tiene en su hogar su puesto de trabajo? La falta de concentración y las interrupciones (principalmente familiares) son los dos obstáculos fundamentales.
No lo decimos nosotros, lo dice un estudio elaborado por la empresa multinacional Regus a más de 24.000 responsables de empresa de todo el mundo, del que se han hecho hecho nuestros compañeros de Tecnología Pyme. Para el 46 % de los preguntados, la principal dificultad para establecer tu centro de trabajo en el domicilio personal es mantener la productividad con las interrupciones, especialmente, familiares.
Una proporción parecida admite que la falta de concentración es la otra de las grandes dificultades para afrontar esta forma de trabajar en el día a día. Ya en lugares más secundarios se encuentran la adopción de una mala postura debido a la improvisación de una oficina ‘ad hoc’ (16 % de los encuestados) o la ausencia de una superficie de trabajo adecuada (31 %). A todos estos obstáculos yo le uniría el de la ‘soledad’ diaria que se sufre lejos de una oficina.
Nadie dijo que fuera fácil, ni mucho menos. Se trata de un cambio muy brusco que necesita no sólo un cambio de mentalidad en la empresa y el propio trabajador, sino en el entorno de éste. Principalmente para evitar que las interrupciones sean tan perjudiciales para la productividad diaria. Uno de los principales retos es hacer ver a los que están alrededor del ‘teletrabajador’ que existe un horario laboral fijo que se ha de respetar, aunque se cumpla a diez metros escasos de la lavadora que hay que poner o en mitad de una reunión de amigos en el salón.
En cuanto a la concentración, es evidente que en tu vivienda particular hay infinidad de potenciales distracciones a lo largo de una jornada laboral. Es por eso que para establecer un hábito que las esquive sean interesantes algunas técnicas como las que hemos tratado en este blog en alguna ocasión.
Es una realidad que dar el salto al teletrabajo resulta difícil y que no se traduce en productividad desde el primer día. Hay, incluso, algunos trabajadores que, pese a todo, no son capaces de hacerlo. Son muchas las dificultades pero también muchas las ventajas. Para algunos compensará y para otros no. Todo es cuestión de perspectiva.
Vía Tecnología Pyme
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