Convierte tu hobby en tu profesión y no trabajarás. Quizás deberíamos plantearnos si esta frase tan manida se ajusta a la realidad. Muchos casos de éxito empresarial han comenzado por culpa de un familiar o un amigo que ha visto potencial en esa afición que te hace tan feliz.
Hasta ahí, todo bien. Imaginemos que decides abrir unos perfiles en redes sociales y a partir de ese momento, todo fluye y aquello a lo que dedicabas unas horas a la semana se convierte en una obligación. Te gusta, de acuerdo. ¿Pero es emocionante tener que pensar y gestionar otros asuntos que nada tienen que ver con la satisfacción que te daba esa afición?
Tu hobby ya no se parece a esas horas en las que te relajabas
Las aficiones existen para evadirnos del día a día, del trabajo, o puramente por placer. Hoy he podido comprobar que una persona que abrió ilusionada una cuenta en Instagram porque su afición por el dibujo y la decoración gustaba ahora está agobiada. ¿La razón? Recibe muchos encargos y nunca pensó en convertir su afición en un negocio.
Parece rebuscado pero para desconectar de nuestra rutina es un tanto absurdo acabar con lo que nos hace felices para convertirlo en una obligación. Un trabajo implica generar unos ingresos para poder vivir, la presión comienza. Las necesidades de tus futuros clientes no son las mismas que las tuyas.
Puede que los pedidos te superen. Que lo que hacías con gusto ahora acabe siendo algo que te harta y te genera estrés. La afición te sigue gustando pero ya no será lo mismo. E incluso desearás tener tiempo para practicarla. Porque no es lo mismo pasar dos o tres horas haciendo algo que nos gusta que 40 o 50 horas.
Tu hobby también tiene competencia
Cualquier actividad es bastante compleja y técnica y para ser muy bueno en algo así hay que profesionalizarse. Un hobby, por definición, no es una actividad profesionalizada.
Un trabajo exige dedicar tiempo a otras cosas relacionadas: marketing, comercialización, networking, administración... Ahora todas esas cosas están unidas también a tu afición, que resultará sin duda perjudicada porque no puedes dejar de trabajar.
Quizás, lo que antes te parecía suficiente, divertirte. Ahora necesita un poso de profesionalización porque las aficiones también tienen competencia cuando se convierten en trabajos/negocios. Por lo que ahora deberás no sólo ser original, también mejor que el resto. ¿Es eso tan divertido?
En Pymes y Autónomos|Reinventarse como profesional, una decisión muy complicada de tomar
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